Si Te La Suda La Navidad, Estos Testimonios Certifican Que No Estás Solo

Sin tener que entrar en detalles sobre la propuesta musical que tenemos durante esta época del año, puedo decir que la Navidad para algunos es un poco suplicio.

Sin tener que entrar en detalles aunque también podría sobre la propuesta musical que tenemos durante esta época del año, puedo decir que la Navidad para algunos es un poco suplicio. Con pastores que se remiendan "remendar" significa coser, que me he enterado este año, campanas que suenan y peces que beben. Frase que sirve para que el cuñado de turno diga que es la canción con la que más identificado se siente, suelte la carcajada y tú efectivamente, te dediques a beber para que llegue febrero lo más rápido posible. Porque, para algunos, la Navidad se ha acabado convirtiendo en un proceso invernal por el que se ven obligados a pasar antes de que lleguen los días previos a las vacaciones de Semana Santa que también tiene tela, pero ya comentamos otro día.

Porque, aunque seas de los que se la trae al pairo Papá Noel o, si me apuras, la detestas con todas tus fuerzas, siéntete mucho menos solo en el mundo con estos testimonios que te avalan.

Diego, 27 años. Madrid: No le hagáis montar el belén

"Lo peor de todo es que siempre hay alguien que vive las fiestas como si fuera un dibujo animado colocado de MDMA y le escandaliza esa apatía que tienes encima. Esa gente que llega a tu casa y monta en cólera porque no tengas el belén montado". Así que Diego se encuentra cada año teniendo que decir a los fanáticos de la Navidad "no me sale de los cojones decorar mi salón como si fuera la casa de los horrores".

Teresa, 28 años. Bilbao: No tiene películas ni propósitos

Para empezar, la propuesta cinematográfica no es que mejore a la musical. "Las películas de sobremesa pasan a ser películas americanas de bajo presupuesto sobre ejecutivos con mala leche que odian esta época y a todo el mundo, hasta que les visita un personaje excéntrico que le hace volver a querer a su familia, ser buena persona y amar la Navidad. También te ponen Love Actually, pero como ya la veo el resto del año cuando tengo un día tonto, la tengo muy vista". Eso sin mencionar las películas de trama bíblica. Peor lo peor para Teresa es que no puede evitar hacer un listado de propósitos de año nuevo que nunca cumple ya que " con tanta quedada y turrones, ya me he pasado lo de estar en forma por el forro".

Matthew, 24 años. Madrid: No le da la vida ni la pasta

"Hay muchísima gente a la que no ves durante todo el año, pero en Navidad, oye, les entran las prisas por quedar. Ponerse al día… y te intenta convencer diciendo: ` ¡QUE ES NAVIDAD´, como si fuera el comodín de la llamada. Al final tenemos que quedar y no nos veremos hasta el año que viene. Y la gente a la que sueles ver, les da por organizar comidas y siempre hay alguien que tiene la idea de hacer un puñetero "Amigo Invisible". Se creerán que tengo paga extra... Para mí, la Navidad es una pérdida de tiempo y dinero".

 Daniel, 31 años. Madrid: No le dejáis pasear a gusto

Cualquiera que viva en una gran ciudad abarrotada de tiendas entenderá la tortura que supone intentar acercarse al centro a mediados de diciembre. Eso o que le pregunten a Daniel, que tiene que seguir viviendo en Madrid aunque sea Navidad. "Ese tramo que normalmente hago en 5 minutos, ahora lo haces a la vez que ves cómo te van saliendo las arrugas mientras andas".

Sandra, 27 años. Barcelona: Para ella, la peor forma de acabar el año

Los anuncios de turrón han hecho mucho daño. Para mucha gente es época de reunión, de amor y sobre todo, de FAMILIA. Tiempo para aprovechar que no os veis si no vivís en la misma ciudad o quererse más si os tenéis muy vistos. Pues para muchos otros, ese sentimiento no existe. Sandra lo ha dejado claro: “a tomar por culo la Navidad. Odio estar con mi familia en estas fechas y por obligación. Hay 11 meses restantes igual de importantes para verse y reunirse, pero odio que me obliguen a hacerlo y poner cara de niña buena y de disfrute cuando en realidad lo que quiero es celebrar la Navidad lejos de aquí. Si tuviera pasta estaría en cualquier otro sitio”.

Noelia, 24 años. Barcelona: Pura farsa

"A mí me parece una excusa como otra cualquiera para coger vacaciones. No soy creyente, por lo que no tengo nada que celebrar ni por lo que tomarme días festivos. De hecho, me parece bastante hipócrita hacerlo. Pero como todavía no hemos desvinculado los festejos religiosos de nuestro querido "Estado laico", las empresas siguen aprovechando para endiñarnos lo que les da la gana. Ese cobras la mitad, porque medio sueldo se te va en regalos: Yo no le compro nada a nadie". Y punto.

Eloy, 32 años. Madrid: No torturéis con chistes cadena

"Yo acabo siempre hasta los cojones de los mensajes cadena y los chistes malos que se mandan por Navidad. Además te llegan por tus amigos, los grupos de Whatsapp, la familia... y todo el mundo cree que es el primero que te lo cuenta. Qué tortura".

Miguel, 26 años. Madrid: Ahorraos los mensajitos

Lo peor, para Miguel, además del aluvión de mensajes cadena es " recibir el Feliz Año de gente random o que hace meses que no ves que tienes que contestar y acaba en conversación protocolaria absurda. Y, además, lo que más me jode es cuando recibo mensajes de números desconocidos, felicitando la Navidad y me quedo en plan`¿ Y este quién coño es?´. Como me da palo preguntarle, le felicito también. Pero lo que más me molesta es que no me llegue un mensaje de la tía que me mola en ese momento".

Tranquilizáos, podría ser peor. Por suerte todavía no tenemos hijos y no nos vemos obligados a cumplir con una lista interminable de regalos. Pues eso, que Feliz Navidad a todos y si no nos vemos, Feliz Año Nuevo.