Greenpeace detecta químicos peligrosos en la ropa de SHEIN

Solo dos de las 47 piezas analizadas se salvaban del control de químicos nocivos

La marca de ropa lowcost SHEIN vuelve a estar en el foco de la polémica: la ONG Greenpeace Alemania ha publicado un informe en el que señala el uso de químicos peligrosos, como ftalatos y formaldehídos, en las prendas de esta marca. Además, la cantidad usada de estos químicos supera ampliamente los límites permitidos por la regulación de la Unión Europea.

La ONG analizó en el laboratorio Bremen Environmental Institute 47 prendas aleatorias de SHEIN, que habían sido compradas en la web y en la pop up que la compañía ha abierto en Múnich. Los resultados de las analíticas muestran que siete de las prendas, un 15%, contenían niveles peligrosos de los químicos anteriormente mencionados (ftalatos y formaldehídos).

Además, 15 prendas también tenían suficientes compuestos como para “crear cierto nivel de preocupación”. Del total de 47 prendas, solo se salvaban dos, ya que en el resto se identificó la presencia, en menor o mayor medida, de químicos nocivos.

Derechos humanos

Más allá de tratarse de un potencial riesgo para los consumidores, la ONG también apunta en la dirección de los trabajadores, y plantea sus dudas sobre las condiciones en las que trabajan y hasta qué punto las personas que confeccionan las prendas se ven expuestas a estos químicos durante el proceso de fabricación. Sobre todo después de que Public Eye publicara un informe en el que se consiguió entrevistar los trabajadores de una de las empresas que produce ropa para Shein. Concretamente, localizaron 17 empresas en la zona de Guangzhou y entrevistaron tres trabajadoras y siete trabajadores.

Los empleados explicaron como se ganan la vida en la fábrica con diferentes tareas que van desde manejar máquinas de coser, a trabajar en los departamentos de control de calidad o bien planchar y cortar telas. Además, también explicaron como eran sus jornadas laborales: la plantilla trabaja de 11 a 12 horas diarias y solo tienen un día libre al mes. Esto hace que sean jornadas semanales de 75 horas. Además de que hay muchos trabajadores sin contrato, también se constató que trabajan con graves carencias de seguridad.

Una de las respuestas que dio la compañía cuándo El País les preguntó por el informe fue que “Shein se toma muy en serio la seguridad fe los productos” y que sus proveedores “están obligados a cumplir con los controles y estándares” que incluyen los “estándares de controles químicos que están alineados con REACH de Europa”. Además, en el caso de las prendas identificadas por GreenPeace, Shein aseguró al mismo medio que procedieron a retirar de la venta las prendas mencionadas.