TikTok ha convertido los búnkers de Barcelona en el peor sitio de la ciudad

La viralización del lugar ha convertido un lugar que antes era mágico en un sitio indeseable e inhabitable por los vecinos

Instagram fue la gran primera centrifugadora del turismo masivo. Alguien iba a un sitio relativamente desconocido, hacía una foto impresionante y la posteaba compartiendo la ubicación. Al poco tiempo el lugar en cuestión se llenaba de gente queriendo replicar la misma foto y vivir “la experiencia”. Ahora esto ha pasado con TikTok y el gran damnificado son los búnkers del Carmel, un lugar que ya hace tiempo que se había masificado en Barcelona.

Hace semanas que en TikTok aparecen centenares de vídeos de turistas compartiendo el enclave como un “lugar secreto” de Barcelona desde dónde poder ver la mejor panorámica de la ciudad y tomar algo. El nivel es tan extremo que incluso ya se han montado DJ sets para celebrar fiestas hasta altas horas de la noche. Fiestas que también se publicitan en TikTok y que, rápidamente, se han viralizado.

El peligro de que algo se haga viral en TikTok

La capacidad para viralizar que tiene Tiktok supera con creces Instagram, teniendo un efecto llamada mucho más rápido y masivo que la plataforma de Meta. La realidad es que las consecuencias son nefastas para el lugar que es víctima de estos vídeos, ya que como denuncian los vecinos del Turó de la Rovira es imposible vivir.

TV3 recogía en una crónica periodística el testimonio de algunos vecinos que se habían encontrado turistas tocando el timbre de su casa a altas horas de la noche para ir al lavabo o para que les dieran agua. Como si los búnkers fueran una atracción y no hubiera nadie que viviera allí.

Así mismo, este enclave se ubica en una de las partes más altas y alejadas de la ciudad. No hay mucha gente que viva allí, por lo que el servicio de bus está pensado en proporción a sus habitantes. Pero ahora, con la masificación, el transporte público se ve colapsado e incluso los mismos vecinos no pueden subirse al bus de línea porque está petado de turistas que quieren postear su cogorza con la panorámica de fondo.

Problemas de convivencia

Lo cierto es que este lugar de Barcelona ya hace años que es conocido. Uno de los primeros momentos en que ya empezó a ponerse de moda fue con la producción española de A tres metros sobre el cielo, donde una de las escenas románticas se grabó justo en ese enclave. Poco a poco, gracias a Instagram, el lugar se fue llenando de más gente y turistas (muchos locales) que querían la foto de la panorámica. Hasta llegar al punto actual donde los turistas extranjeros montan dj sets como si eso fuera su casa.

El resultado, tristemente, es que un lugar que era mágico se ha convertido en un sitio indeseable, lleno de basura, gente borracha y ruido. Y, lo peor, es que los vecinos que llevan viviendo allí toda la vida ya no saben qué hacer para lidiar con ello.