Qué son los hikikomoris, un problema japonés que está llegando a España

Se trata de un fenómeno social muy extendido en Japón y que ha llegado a nuestro país a raíz del confinamiento

Hikikomori es un término que viene del japonés y sirve para referirse a aquellas personas que acaban autoaislándose de su entorno y se apartan de la sociedad. Normalmente, quien adopta este comportamiento social son adolescentes que se encierran en sus habitaciones y reducen cualquier interacción a la que puedan realizar a través de la pantalla de su ordenador o móvil.

Este fenómeno, que ya hace años que está muy extendido en el país nipón, también ha llegado a España y se vio acentuado con el confinamiento. De hecho, en nuestro país estos casos son conocidos como el síndrome de la puerta cerrada. Muchas personas, al estar obligadas a vivir encerradas y solas en sus casas, se sintieron a gusto con esta sensación.

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El perfil clásico del hikikomori, más allá de ser una persona adolescente, acostumbra a ser un chico, adicto a los videojuegos y al anime. Pero este ha ido cambiando y se ha ampliado, afectando también a mujeres y tratándose de una realidad más compleja que el estereotipo de asocial que solo juega al Fortnite.

Este aislamiento social que presentan los hikikomoris muchas veces es una respuesta al dolor emocional. Es fácil reconocerse en ello, pues cualquier que haya tenido un mal día sabe que lo último que tenía eran ganas de salir y ver gente. El problema es cuando este aislamiento se cronifica y acaba derivando en una deterioración de los lazos sociales, lo que, a la vez, empeora aún el estado psicológico de la persona. Esta tendencia a apartarse del resto también responde a cuadros depresivos, de ansiedad y situaciones de bullying.

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Estar encerrado en casa se convierte en una manera también para eludir la presión y la exposición social, ante la cual nos sentimos más vulnerables cuando no estamos bien. De este modo se acaba sustituyendo la vida real por un entorno virtual donde las relaciones son más fáciles porque constantemente tenemos más capacidad de control sobre las interacciones y qué mostramos de nosotros.

En España el número de hikikomoris ha crecido desde la covid-19, ya que los tres meses de confinamiento acentuaron esta tendencia de aislarse. Pero esto no se debe tanto al hecho de estar encerrado en casa, sino como muchas personas vivieron situaciones muy dolorosas y otras tantas cayeron den depresiones y otros trastornos como los TCA, que también se dispararon. Este fenómeno también se ha producido en el resto de Europa y Estados Unidos.