Jóvenes que tienen un alquiler de 100 euros al mes por convivir con gente mayor

Vivir barato mientras te ganas un amigx y luchas contra la soledad

El mercado de alquiler en España parece sacado de una película de terror. Alquilar una habitación cuesta de media 405 euros al mes. Como ya os contamos hace unas semanas, un estudio elaborado por el portal inmobiliario Pisos.com señaló a finales de agosto de este año que Barcelona era la ciudad más cara de España para alquilar una habitación en un piso compartido. El resto de ciudades tampoco se salvan. Por orden, Madrid, Palma y Vitoria son también las ciudades donde es más caro alquilar una habitación.⁠

Pero hay personas que han conseguido vivienda más barata mientras a su vez hacían una labor social. Son jóvenes que viven por 100 euros al mes compartiendo piso con personas mayores, que de otra forma se enfrentarían al dramático sentimiento de la soledad. Se trata del programa ‘Convive’ de la organización “Solidarios para el Desarrollo”. La iniciativa junta a personas mayores con universitarios de otras provincias o del extranjero que vienen a vivir a Madrid.

La misma posibilidad existe en Barcelona, con el programa “Vivir y Convivir” de la Fundació Roure, que permite a estudiantes de hasta 30 años o 35 en caso de posgrados, a vivir en este caso gratuitamente con una persona sola mayor de 65 años. Es el caso de Andrea, de 30 años, y Cándida, de 87, que viven juntas en Madrid, como recoge Antena 3. Cándida no buscaba beneficio económico, “solo quería compañía”. Detrás de esta iniciativa está la organización ‘Solidarios para el Desarrollo’ con un equipo técnico, y también el apoyo del Ayuntamiento de Madrid. Como explican a Antena 3, hay más demanda por parte de gente joven que oferta.

Un compromiso social

Los jóvenes tienen el compromiso de pasar dos horas al día con quien les abre la puerta de su casa. La cadena de televisión también expone el caso de Génesis, una chica veinteañera que convive con Blanquita, de 95 años. En el caso de la iniciativa barcelonesa, también se pide a los estudiantes que puedan comprometerse al menos con una estancia de un curso, y que tengan esa voluntad de tener tiempo para la convivencia y para compartir con la otra persona. El programa busca que las personas de distintas generaciones puedan encontrarse y ayudarse mutuamente para tener una mejor calidad de vida en un sentido amplio.

Más allá de la parte económica, convivir con una persona mayor nos puede dar enseñanzas vitales valiosas y podemos terminar contando con un amigx y una relación diferente, pero también muy enriquecedora. En ese intercambio entre la frescura de la juventud y la sabiduría de la vejez, pueden generarse dinámicas bonitas y una compañía que va más allá de lo convencional. El cariño y la amistad aparecen en los lugares más recónditos, y permiten romper brechas generacionales que también dividen la sociedad.