Desde el 2022 que Corea del Sur es el país con la tasa de natalidad más baja del mundo, situándose en el 4,9%. De hecho, se trata de un problema nacional y que preocupa a las autoridades, ya que esta tendencia podría desencadenar en un desastre económico para el país. La realidad es que muchos jóvenes del país (sobre todo mujeres) han decidido dejar de tener relaciones sexuales heterosexuales como protesta. Y el impacto se está notando.
Detrás de esta huelga de nacimientos y de celibato autoimpuesto se encuentra el Movimiento ‘4B’. Este movimiento ha nacido como respuesta a las persistentes formas de discriminación de género y misoginia que forman parte de la sociedad surcoreana actual. Corea del Sur tiene un índice alarmante de acoso sexual, además de que hay muchas restricciones sobre el derecho al aborto.
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Las dos grandes referencias para este movimiento han sido la novela “Kim Jiyoung, Born 1982” de Cho Nam-Joo y la campaña Escape The Corset de 2017. Ambos hechos, la publicación del libro y la campaña, supusieron un antes y un después en la toma de consciencia de miles de mujeres sobre su situación.
La novela de Nam-Joo, al poner negro sobre blanco las experiencias cotidianas de sexismo y desigualdad enfrentadas por una mujer común en Corea del Sur, sirvió como catalizador para despertar la conciencia de muchas mujeres sobre las injusticias que enfrentan en su vida diaria. Mientras que la campaña Escape The Corset, que fue liderada por figuras como Jeon Bora y Summer Lee, desafió los estándares de belleza y los roles de género impuestos.
Los cuatro principios que sostienen el Movimiento ‘4B’ son: Bihon (no al matrimonio heterosexual), Bichulsan (no al parto), Biyeonae (no a las citas) y Bisekseu (no a las relaciones sexuales heterosexuales). Estos principios reflejan la resistencia de las mujeres contra las estructuras patriarcales que han dictado sus vidas durante demasiado tiempo. Es por las cuatro “B” de las palabras que este movimiento social recibe el nombre de “Movimiento 4B”.
La gran adhesión que está teniendo este movimiento, a pesar de estar suponiendo una auténtica catástrofe para el país, también es un gran ejemplo de cómo con la acción colectiva se puede poner en jaque a todo un sistema. Seguir el Movimiento 4B para muchas mujeres surcoreanas supone resistirse a los mandatos patriarcales y luchar para un futuro más justo e igualitario. Ahora solo hace falta que las autoridades sepan entender este movimiento y apliquen cambios sociales para eliminar la brecha de género.