El legado de la artista Roberta Marrero, tras su muerte a los 52 años

Fallece a los 52 años la escritora Roberta Marrero, la voz gráfica de la solidaridad LGTBIQ+

By EFE

La autora Roberta Marrero, a quien el Gobierno de Canarias dedicó el Día de las Escritoras en 2022 por su relato de la libertad y la solidaridad en la comunidad LGTBIQ+, ha fallecido a los 52 años en Madrid, según ha informado la editorial Continta Me Tienes en sus redes sociales. “Sin palabras pero con la necesidad de contaros, desde nuestro máximo respeto y amor, y sobre todo, desde nuestro dolor, que Roberta Marrero ha decidido marcharse”, han señalado en un comunicado. Fue el pasado sábado, donde se despidió repartiendo amor: “I love you all”, ponía la nota final de esta dibujante y escritora.

Roberta Marrero, nacida en Las Palmas de Gran Canaria en 1972, fue escritora y poeta además de cantante, dj y actriz, pero además fue reconocida por su obra gráfica, que se movía cómodamente entre el arte pop, el surrealismo y el arte conceptual. En su trayectoria artística recurrió a diversas fuentes, desde la imaginería religiosa al cómic pasando por la cultura de masas, las estrellas de Hollywood y del cine independiente americano, la música contemporánea, la política, la identidad o su propia biografía, según recordó en su momento el área cultural del Gobierno canario.

Reconocimiento

En 2022 el Gobierno de Canarias le dedicó el Día de Las Escritoras en reconocimiento a la labor y calidad literaria de una autora cuya obra relata la libertad y solidaridad dentro de la comunidad LGTBIQ+. Precisamente cuando la escritora recogió el diploma honorífico concedido por el Gobierno canario por este reconocimiento, en un evento celebrado en La Laguna (Tenerife), comentó que se trataba de un “acto de justicia poética” pues Canarias, su tierra natal, era también “la mamá un poco tirana”.

Entonces indicó que las personas trans “siempre hemos tenido voz entre nosotras, lo nuevo es que ahora tenemos el altavoz”, para incidir en su metáfora: “la tierra natal es la madre y a veces no tenemos una buena relación entre la mamá, un poco tirana, y la hija si ésta es adelantada a su tiempo”. Pero también aprendió con la edad que la mamá era tirana por el tiempo que le tocó vivir y que era “como venir de un sitio bastante oscuro”, relató Roberta Marrero, para quien “este reconocimiento de la mamá a la hija es un paso importante en una relación problemática”.

Y también porque “a veces las personas somos un poco símbolos” y por ello el homenaje recibido fue “un acto de reparación” para una persona nacida en 1972, aún en el franquismo y que por tanto vivió luego el post-franquismo, algo “nada fácil” no sólo en Canarias, “el ultra-sur de España”, sino en todo el país.

Décadas difíciles

Fueron décadas difíciles “para la gente de la disidencia: trans, gays, lesbianas y, también, mujeres heterosexuales”, ha señalado Marrero, quien salió de España en la década de los 90, regresó y ha vuelto a partir. “Espero que las cosas sean más fáciles ahora, pero en España todavía hay que trabajar muchas cosas, hay que aceptar que aquello pasó y que eso fue importante”, subrayó la creadora, para destacar que entre sus proyectos a corto plazo se encontraba, simplemente, el de sobrevivir.

Marrero, cuya obra plástica formó parte de exposiciones como ‘David Bowie Is’ en el museo Victoria&lbert de Londres y “Piaf”, en la Biblioteca Nacional de París, aseguró entonces que odiaba un poco la palabra “visibilidad”, para apuntar que se trababa más bien “de abrir cajas”, y la de dar voz al colectivo trans aún era reciente. De hecho, eran escasos los ensayos y creaciones artísticas sobre el colectivo hasta que Roberta Marrero publicó “El bebé verde: infancia, transexualidad y héroes del pop’ en 2016, y ahora en España ya había “una súper avalancha de trabajos sobre la teoría queer”.

Pero cuando se abren estas cajas sucede lo mismo que con la de Pandora, salen cosas buenas y otras malas, y toda la violencia que se ejerce en las redes sociales contra las mujeres trans se debía a que “hemos salido a la calle”, comentó Marrero, quien en ese momento pidió un aplauso al público asistente en el acto de homenaje para todas las trans que estaban en cabarés y ejerciendo la prostitución en sitios como Fernando Guanarteme en la capital grancanaria.

Lo bueno del actual momento histórico es que “se están abriendo más cajas” porque aún quedan muchas por abrir, como las de la discapacidad o los gitanos, es decir, las de “todos los que no éramos hombres blancos heterosexuales y sin discapacidad”, prosiguió Roberta Marrero, autora de “Todo era por ser fuego. Poemas de chulos, trans y travestis”. Al final, en la sociedad hay algo en común: “existir es un problema para todos”, concluyó la autora de ‘Dictadores’ y ‘We can be heroes’.