Cómo era tener la regla en la Edad Media

Durante siglos las mujeres han menstruado, pero no siempre han tenido los mismos recursos que ahora

Desde hace siglos, cada 28 días aproximadamente, que la mitad de la población tiene la menstruación. Hoy en día existen muchas opciones para lidiar con la regla, desde los tampones y compresas convencionales, hasta la copa o las bragas menstruales. Más allá del dolor (que en algunos casos puede paliarse con ibuprofeno u otros medicamentos), la regla no supone ningún mayor cambio en el día a día de muchas mujeres. Eso sí, dejando de lado todas aquellas personas que sufren de endometriosis u otras afecciones relacionadas con ello.

Aunque parezca que las compresas y los tampones llevan toda la vida con nosotros, lo cierto es que el tampón, tal como lo conocemos, se inventó a principios del siglo pasado, durante los años 30. Sí que en el antiguo Egipto, hace más de 3000 años, se tiene constancia de que las mujeres de clase alta usaban una suerte de tampones con papiros enrollados (mucho menos cómodos). En Grecia, las mujeres enrollaban gasa en un trocito de madera.

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Ahora bien, mucho del conocimiento que se tenía sobre la menstruación y la ginecología cayó en el olvido durante la Edad Media. La fuerte presencia del cristianismo y el islam, que dibujaban la regla como algo impuro y malo, convirtió el sangrado en tabú o en algo de lo que no debía hablarse. Así pues, las mujeres cristianas o bien recurrían a unas rudimentarias compresas hechas con telas que después lavaban o recurrían al sangrado libre. Sí, ese método que ahora se ha vuelto a poner de moda, pero con la diferencia que ellas simplemente dejaban que la sangre cayera, quedando disimulada por la falda de los vestidos.

Obviamente, si hoy en día limpiar la sangre es jodido a pesar de tener Vanish, imagínate como debía ser en la Edad Media. Por eso en algunos escritos de la época se mencionaba que las mujeres ricas se compraban vestido rojos, para así disimular las manchas de sangre.

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Cabe decir que durante esa época, a causa de la corta esperanza de vida y la malnutrición de la gran mayoría de la población, la regla baja mucho más tarde. Una mujer podía llegar a tener su primer sangrado a los 20. Además, cabe decir que desde el momento que eran fértiles, las mujeres se pasaban gran parte de su vida embarazadas. Entre el embarazo y la lactancia (período durante el cual tampoco baja la regla), estaban largas temporadas sin menstruar.

En el caso de las mujeres musulmanas, la ginecóloga Enriqueta Barranco que se ha dedicado a estudiar cómo era tratada la menstruación durante los siglos que el Islam estuvo presente en la Península Ibérica, explica que la sangre menstrual era tratada como un residuo, el cual las mujeres debían enterrar durante cada ciclo. Cómo lo hacían, ya no sabe concretarlo, porque al ser visto como un desecho tampoco se dejó mucha información por escrito.