Comienza el primer juicio español por una muerte digna

Noelia cumple todos los requisitos de la Ley de Eutanasia pero su padre, apoyado por Abogados Católicos, se opone a su decisión

Noelia tiene 24 años y desde noviembre de 2022 presenta un diagnóstico de paraplejia permanente e irreversible, una circunstancia que le ha supuesto un sufrimiento emocional constante y la ha llevado a la firme decisión de querer terminar con su vida de una manera digna. Por eso solicitó la eutanasia. Según los médicos que analizaron su caso, Noelia cumple con todos los requisitos que demanda la ley de eutanasia para poder acogerse a ella: sufrimiento físico y psíquico constante e intolerable y pronóstico de mejora nulo. La Comisión de Garantía y Evaluación de Cataluña aprobó el procedimiento y lo agendó para el pasado 2 de agosto, pero presiones externas la paralizaron.

En concreto, y como explican desde la agencia EFE, ha sido su padre quien ha movido cielo y tierra para que el derecho a una muerte digna de Noelia no se materializara, siempre con la ayuda y la representación del grupo ultracatólico Abogados Cristianos. Según la alegación de estos, la eutanasia no debería aplicarse en este caso debido a las supuestas dudas que habría tenido Noelia sobre la decisión a lo largo de estos dos últimos años y a unos supuestos problemas de salud mental. La jueza consideró que había suficientes motivos como para frenar el procedimiento e iniciar el primer juicio por una muerte digna de la historia de España para esclarecer la situación.

Pero la realidad parece ser muy diferente a la que pintan el padre y Abogados Católicos. Por un lado, Noelia sostiene que no ha dudado nunca de su decisión de poner fin a su sufrimiento de una vez por todas. Por otro lado, tanto la propia comisión que dio luz verde en primer lugar como lxs siete médicxs y forenses que han evaluado a la joven de cara al juicio han determinado que presenta estabilidad psicopatológica, plena capacidad de decisión y ausencia del supuesto trastorno límite de la personalidad que decían quienes quieren entorpecer su libertad vital y obligarla a prolongar una existencia de la que solo obtiene sufrimiento. Noelia sabe lo que quiere.

Y esto nos suelta encima muchas preguntas. ¿Qué clase de padre querría que su hija siguiese padeciendo lo que padece Noelia? ¿Por qué un grupo de personas random, que nada tienen que ver con ella, como son los moralistas de Abogados Católicos, se inmiscuyen en el derecho a vivir o morir dignamente de lxs demás? Aún peor, ¿cómo se atreve nadie a coaccionarla para que siga viviendo contra su voluntad? Porque sí: según recoge Infolibre, Noelia ha denunciado coacciones de entornos católicos para que desista en su decisión. Es surrealista. Es una necesidad de imponer las creencias propias que no tiene sentido ninguno. No al menos en pleno siglo XXI.

¿Qué pasará ahora? Pues que Noelia tendrá que declarar ante la jueza. Sí, como si no fuera suficiente el infierno en el que vive, hoy tiene que desplazarse hasta un tribunal y tratar de convencer de que merece morir con dignidad. De que es ella quien tiene que tener la última palabra acerca de cuándo ponerle final a sus días. Luego la jueza decidirá. Puede reactivar el procedimiento de eutanasia o puede suspenderlo. No es la primera vez que pasa en nuestro país. Es como si una parte de la sociedad quisiera controlar hasta el más elemental de los derechos de las personas. El de ser o dejar de ser. Esperemos que la Justicia haga justicia. Noelia no merece seguir sufriendo.