Así es el experimento por el que un hombre vivirá bajo el agua más de 100 días

Se trata de un experimento diseñado para evaluar los efectos del aislamiento en la mente humana

¿Puedes hacerte una idea de lo agobiante que debe ser pasar una hora encerrado en una cápsula submarina presurizada? ¿Sin nadie más? ¿En absoluta soledad? Pues Joseph Dituri, profesor universitario y excomandante de la Marina de Estados Unidos, conocido popularmente como Dr. Deep Sea, lleva haciéndolo nada más y nada menos que dos meses y medio, superando así el anterior récord mundial establecido por dos profesores de Tennessee llamados Bruce Cantrell y Jessica Fain, que estuvieron 73 días metidos en ese mismo hábitat submarino, según indica el medio Xataka. ¿Su objetivo? Permanecer 100 días enclaustrado ahí sin contacto físico con nadie. Un desafío mental de la ostia.

Aunque la cosa va mucho más allá de simplemente batir un récord mundial y entrar en el Libro Guinness de los Récords. Según ha señalado el propio científico, “se trata de un experimento cuyo objetivo es analizar los impactos de vivir en un entorno confinado y extremo”. ¿Te dan ganas de darte chocazos contra el cristal de desesperación? ¿Consigues adaptarte emocionalmente y mantener la tranquilidad mejor con el paso de los días? ¿Cómo afecta al estado de ánimo? Son preguntas que Dituri podrá contestar personalmente en base a su propia vivencia y aportar mucho a la compresión de la psicología humana. No obstante, hay que tener en cuenta que cada individux es único.

La clave detrás del aislamiento: no todo es soledad

Algunas personas llevan mejor la soledad y los espacios cerrados. Otras lo experimentan con muchísima ansiedad. En cualquier caso, hay que decir que Dituri no está absolutamente desconectado del mundo exterior: “mientras su experimento avanza, si bien está aislado físicamente, continúa conectado con sus alumnos” e imparte desde allí clases de ciencias marinas y cursos de ingeniería biomédica para la Universidad del Sur de Florida. Esto probablemente sea clave. Quizás, de estar verdaderamente aislado, sin conversar con nadie, sin poner en práctica todos sus recursos sociales y cognitivos, lo estaría llevando muchísimo peor. De esta manera logra mantenerse activo.

Y no solo mentalmente. “Para mantener su salud física ha estado haciendo ejercicio diariamente con bandas elásticas”, lo cual es fundamental dado que, al contrario de lo que ocurre con los clásicos submarinos, el hábitat en el que está viviendo Dituri no dispone de tecnología para el ajuste de la presión, lo que significa que su cuerpo está lidiando con las condiciones naturales de vivir bajo el agua. Es mucho estrés. En cuanto a la alimentación, lleva una dieta rica en proteínas sustentada principalmente en los huevos y el salmón. De momento, le quedan unos veinte días más ahí abajo. Sabremos muchísimo más de la experiencia cuando regrese con la humanidad.