El porno ha hecho muchísimo daño. No es ninguna sorpresa. Tantos vídeos de actores y actrices profesionales buscando el encuadre perfecto, y no tanto la experiencia más divertida y deliciosa, te ha llevado a obsesionarte con posturas circenses muy alejadas de la normalidad. Incluso si no las practicas, las tienes en mente como una posibilidad que deberías estar explorando. La pornografía te ha hecho sentir que muchas de las posturas básicas de toda la vida, con las que en realidad disfrutas bastante, son aburridas. Pero créenos: no tienes que contorsionarte más de la cuenta para pasártelo bien en la cama. Si quieres un poco de novedad, basta con mejorar sutilmente esas posturas clásicas que te flipan.
Así lo explica en una publicación para Poosh, revista digital especializada en bienestar femenino, la sexóloga mundialmente conocida Juliet Allen. Por ejemplo, y para darle una vuelta al misionero, consiguiendo así que el placer se intensifique para ambas partes, esta especialista te recomienda “levantar una pierna y estirar la otra pierna recta como un medio split”. Te llevas lo mejor de la postura por antonomasia, el contacto visual permanente y el deleite con la cara de placer de la otra persona, sin renunciar a un extra de goce y variando un poquito para que la mente se estimule adicionalmente. No es necesario que hagas el pino ni que te cuelgues del techo. Es más sencillo que eso.
Otro ejemplo es el estilo perrito. Es una postura que a la inmensa mayoría de la gente le encanta. No obstante, Allen tiene una recomendación para que la optimices: “En lugar de estar a cuatro patas, acuéstate boca abajo con las piernas estiradas o recuéstate boca abajo con una rodilla doblada y ligeramente levantada”. Verás como la cosa se enciende más. Y lo mismo ocurre con la postura de la cuchara. “En lugar de acostarte de lado y estar completamente de espaldas a tu pareja, gira ligeramente sobre tu espalda con un giro de cadera”, lo que te permitirá besar a tu amante mientras recibes. Es una versión más intensa y que fomenta un mayor vínculo entre ambas personas.
¿Y qué hay de la postura de la vaquera? ¿Esa en la que tú tienes el control de la situación? “En lugar de mantener el equilibrio sobre las rodillas mientras estás arriba, lleva las cosas al siguiente nivel y ponte de cuclillas, manteniendo el equilibrio sobre los pies”. Eso intensificará las sensaciones y, al mismo tiempo, le dará a la otra persona una perspectiva increíble de tu culo. Por último, escribe la experta, puedes darle a la postura de follar de pie una pequeña vuelta con simplemente hacerlo cerca de una repisa o de una mesa, “de manera que puedas usarla para apoyarte y envolver tus piernas alrededor de tu pareja”. Formas de experimentar que no terminan en contracturas.