Qué es el beso de Singapur y cómo hacerlo

Esta práctica sexual requiere de un suelo pélvico fortalecido y ayuda a ejercitarlo

Que el sexo va mucho más allá de la penetración pura y dura es algo que sabemos desde hace tiempo y que, a medida que lo vamos entendiendo más como un placer que como procreación (que es para lo que la religión dice que sirve), vamos descubriendo más y más prácticas. Con todo, lo que a veces nos parece un avance, está escrito desde hace 2.000 años en un libro tan antiguo como el kama-sutra. El beso de Singapur, aunque no aparece en el libro sagrado de las posturas sexuales, tiene origen oriental en esa misma época.

Últimamente, está cobrando protagonismo en parte porque cada vez se habla más del suelo pélvico y de su importancia. El suelo pélvico es ese músculo que hay entre el ano y los órganos sexuales y que, en el caso de las mujeres, puede quedar muy debilitado después de un embarazo.

Cómo se practica

La práctica del beso de Singapur, que es algo compleja, requiere un suelo pélvico trabajado, aunque al mismo lo fortalece, con lo cual es incluso beneficioso para la salud. Básicamente, se trata de estimular el placer mediante contracciones de la vagina que aprisionan el pene dándole un placer particular. Una forma de fortalecer el suelo pélvico son los abdominales hipopresivos y otra los ejercicios de Kegel, que se pueden realizar con la ayuda de las bolas chinas.

Según un tutorial de la tienda de artículos eróticos Platanomelón, el primer paso para adentrarse en esta técnica es identificar los músculos. Cuando orines, prueba a contraer tus músculos para cortar el pis. Los músculos que contraes son los que conforman el suelo pélvico, aunque ojo, eso de cortar el chorro no es bueno para la salud, así que mejor que lo hagas solo para identificar los músculos.

Agrégale este toque mágico

En segundo lugar, una vez ya sabes dónde están los músculos, se trata de hacer este ejercicio de contraer y soltar en repetidas ocasiones con el pene de tu pareja dentro. Apretar, mantenerlo atrapado durante dos tres segundos y soltar son los pasos a seguir. Se trata de una práctica que puede dar placer a las dos partes de la pareja, ya que ayuda a estimular partes diferentes de la vagina.

El blog de Platanomelon aún da un secreto para darle un toque mágico al beso de Singapur. Consiste en apretar el abdomen, echar hacia atrás la cadera y arquear la espalda sacando pecho mientras aún dura la primera sección. SI vas encontrando el punto y el movimiento que mejor os estimule, puedes llegar a realizar un masaje bastante increíble, para ti y para él.