Las 3 mejores posturas de yoga para el sexo

La mejora de la atención plena y de la flexibilidad pueden incrementar las recompensas en la cama

Practicar yoga tiene muchos beneficios tanto para tu salud física como para tu salud mental. Entre otros, y según apuntan desde Vogue, fortalece los músculos, fortalece los huesos, aumenta la flexibilidad, contribuye a aliviar los dolores posturales, quema calorías, reduce el estrés, disminuye la ansiedad, mejora la calidad del sueño y promueve la concentración. Todo ello, si lo piensas bien, también puede tener un impacto muy positivo en tu salud sexual. A fin de cuentas, una forma física más potente y una capacidad de estar presente más trabajada son ingredientes claves en el sexo. Y algunas posturas de yoga son particularmente efectivas a la hora de obtener estas mejoras.

La primera de ellas, según el medio estadounidense Poosh, es la doble postura gato/vaca. Para implementarla deberás ponerte a cuatro patas, colocar los hombros sobre las muñecas y las caderas sobre las rodillas y conseguir las dos posturas. “Inhala, levantando el coxis hacia el techo arqueando la espalda, elevando el pecho y mirando hacia el frente (vaca). Ahora exhala, lleva tus abdominales hacia tu columna, deja caer el coxis hacia abajo y arquea la espalda hacia arriba mientras tu barbilla cae sobre tu pecho”. Deberás repetir todo el proceso durante aproximadamente un minuto. Esta postura te ayudará a abrir las caderas y a mejorar la elasticidad del suelo pélvico.

Como no: la postura del perro boca abajo

La segunda de ellas es la postura del perro boca abajo, la cual “promueve la relajación y la respiración profunda y estira los isquiotibiales y la espalda al tiempo que aumenta el flujo sanguíneo”. Para llevarla a cabo, parte de la pose tabla, levanta la cadera hacia arriba y hacia atrás y acerca los abdominales hacia la columna mientras alarga esta. Deja que la cabeza cuelgue hacia las espinillas y no olvides apoyar los talones en el suelo. Tampoco respirar profundamente. La idea del yoga es que refuerces la conexión entre tu mente y tu cuerpo. Y eso se consigue en buena medida con el control de la respiración. Mantén la postura uno o dos minutos cada día para perfeccionarla.

La tercera y última de ellas es la postura de la rana. Partiendo de la posición de malasana, dicen desde Poosh, “lleva tu cuerpo hacia adelante, bajando las rodillas y el cuerpo al suelo”. En ese momento tu cabeza deberá descansar sobre la colchoneta, tus brazos deberán estar estirados frente a ti y tus hombros deberán estar alejados de tus orejas. Si puedes, y para que la postura estimule aún más la flexibilidad de las caderas y el flujo sanguíneo, sienta los glúteos hacia los talones. Practicar estas posturas, así como otras como la del bebé feliz o la de la paloma, hará que “tú y tu pareja disfrutéis de más recompensas durante el sexo”. Y encima os mantendrá sanxs como buenas lechugas.