Llevas un tiempo meditando acerca de los métodos anticonceptivos. ¿Qué tipos existen? ¿Cuál es el mejor? ¿Cuál debería elegir para mí misma? Para la doctora Mary Jacobson, quien en habla en un artículo para la revista especializada en bienestar femenino Poosh acerca de este asunto, “hay muchos métodos anticonceptivos disponibles, cada uno con sus pros y sus contras, y lo que es mejor para una persona no tiene por qué serlo necesariamente para otra puesto que hay muchos factores a considerar”. En general, Jacobson diferencia entre tres categorías: los métodos anticonceptivos hormonales, los métodos anticonceptivos no hormonales y los métodos anticonceptivos de acción prolongada.
Entre los primeros están la píldora, el parche, el anillo y la inyección autoinyectable de progestina. Además de una tasa bastante aceptable de anticoncepción, estas soluciones disminuyen asimismo los períodos menstruales dolorosos, el sangrado abundante, la endometriosis y, en el caso de la combinación de píldoras de estrógeno y progestina, también la probabilidad de padecer cáncer de ovario y útero. Por contra, y siempre según esta especialista, tienen un gran factor negativo: tienes que acordarte de tomar la pastilla, de autoinyectarte las hormonas o de reemplazar el parche o el anillo periódicamente. Y algunas personas tienen peor memoria o peor capacidad de organización que otras.
Entre los segundos están los condones, el diafragma, el gel vaginal o la famosa marcha atrás, muy desaconsejable porque “tiene una tasa de fracaso de alrededor del 22%”. La del preservativo tampoco es muy prometedora: es del 18% según los datos del Centro para el Control de Enfermedades. Y la del diafragma del 17%, además de aumentar el riesgo de infecciones de la vejiga. La reina en esta categoría es claramente el gel vaginal: esta solución cuenta con un 6% de tasa de fracaso. En cualquier caso, recuerda que los condones son un buen complemento en encuentros sexuales con personas con las que no tienes mucha confianza. Son la única barrera contra las infecciones sexuales.
Por último, y entre los terceros, están soluciones mucho más drásticas como la ligadura de trompas, la vasectomía o el implante de DIU. De los dos primeros no merece la pena hablar porque muy probablemente no estés en el momento de vida adecuado para renunciar a tu fertilidad. Y del tercero cabe decir que, según esta médica, es uno de los más efectivos que existen por la sencilla razón de que no requiere gestión activa: te lo colocan en el útero y ahí se queda. Pero el mantenimiento es solo un factor a tener en cuenta. La frecuencia de las relaciones sexuales, la variedad y naturaleza, la edad o las preferencias subjetivas también cuentan. Tu médicx podrá darte asesoramiento personalizado.