El sexo con tu ex tras la ruptura es una pésima idea

Rara vez, independientemente de la razón concreta, experimentamos una ruptura libre de dolor. Por eso a veces lo queremos arreglar y lo hacemos mal

Los motivos por los que se producen las rupturas son muy variados. Según una investigación realizada por científicos de la Universidad de Utah y de la Universidad de Toronto, los tres más habituales son la forma de ser de la otra persona, las violaciones de la confianza tipo infidelidad o engaño y el desapego de la pareja en términos de cariño o apoyo. Pero muy rara vez, independientemente de la razón concreta, experimentamos una ruptura libre de dolor. En ocasiones es bastante soportable. En otras parece completamente inasumible.  Pero siempre parece impulsarnos hacia una cosa: el sexo con la ex pareja.

O al menos esos son los resultados de otra investigación científica, esta vez llevada a cabo por especialistas de la Universidad de Missouri, en los Estados Unidos. Al parecer, y tras analizar a 170 participantes mujeres y hombres que acababan de romper con sus parejas, los investigadores descubrieron que hasta un 35% de   ellxs habían tirado del sexo posruptura. ¡Más de una tercera parte de las personas! Imaginemos entonces cuántas personas en total pensarán en hacerlo. Parece indiscutible que tras la ruptura tenemos la tentación de meternos en la cama de nuevo con nuestrxs ex. La pregunta es por qué.

En este sentido, y según recoge el medio digital El Confidencial, la psicóloga experta en sexualidad y parejas, Holly Richmond, considera que podría tratarse de una especie de escena final. En sus propias palabras, "en muchas ocasiones solo se trata de un ritual de despedida, una manera de celebrar todo lo bueno que ha tenido esa relación". Después de todo, y como agrega esta especialista, "las relaciones, generalmente, acaban por razones emocionales y no sexuales, por lo que es algo así como la última conexión que tendréis. Es una manera de decir que lo vuestro no va a funcionar, pero que os seguís queriendo".

Puesto sobre el papel resulta verdaderamente entrañable, pero las emociones son complicadas y este ritual de despedida puede pasarnos factura. Especialmente cuando somos quienes han sido dejados o cuando no estamos totalmente convencidos de que hayamos hecho bien rompiendo. Precisamente en este aspecto, cuenta la experta en relaciones Sarah Louise Ryan en Mel Magazine, el sexo posruptura también podría ser causado por una necesidad consciente o inconsciente de "confirmar que la chispa o la conexión emocional se ha ido". Una forma de reafirmarnos. O de torturarnos en caso de seguir enamorados.

Porque, como la propia Ryan reconoce, estos polvos entre ex también pueden mandar mensajes confusos en muchas ocasiones. Esas personas que continúan teniendo esperanza podrían salir todavía más heridas. Y es muy difícil resistirse ya que "el sexo en sí mismo libera todas esas hormonas de bienestar en el cerebro para disminuir el dolor de tipo emocional". Con mayor o menor intensidad, el dolor estará ahí, y es lógico que ese sexo lo mitigue. Sin embargo, superar una ruptura requiere distancia y tiempo. A largo plazo, el sexo posruptura representa más un obstáculo a nuestra felicidad que un aliado.