Imagina una relación romántica con fecha de caducidad. No es que hayáis definido un día del calendario en el que romperéis y tomaréis rutas diferentes en la vida: simplemente habéis acordado que lo que tenéis no durará para siempre. Ni siquiera vais a intentar que así sea. Suena raro, ¿verdad? Como si fuera antinatural. Como si no permitiese la tranquilidad y la felicidad diaria que se busca dentro de una pareja. Pero no es una fantasía. En realidad, y como asegura la experta en orientación vital Tara Denneny en un artículo para Psychology Today, “aunque este tipo de relación presenta desafíos únicos, hay casos en los que puede convertirse en una experiencia estimulante y gratificante”.
Por ejemplo, cuando estáis totalmente convencidos de que vuestras vidas tomarán caminos diferentes. Iréis a universidades distintas. Queréis vivir en países distintos. O una de las partes desea tener hijos y la otra no. En casos así, dice Denneny, no hay razón para romper la relación de manera anticipada. Tenéis la oportunidad de gozaros durante algún tiempo más. ¿Por qué no aprovecharlo? En palabras de esta especialista, “sabéis que la relación no durará para siempre y estáis de acuerdo con ello, pero haréis todo lo posible para disfrutar cada momento juntos hasta que llegue ese instante de separación”. Un instante que percibiréis claramente. Lo sentiréis. Estará en el aire.
Además de esto, otro contexto que puede hacer recomendable una relación con fecha de caducidad es la falta de compromiso mutuo con eso de la monogamia. No buscáis algo exclusivo. No queréis que evolucione hacia algo muy profundo que os lleve a renunciar al sexo con otras personas. En este sentido, escribe Denneny, “las relaciones con fecha de vencimiento pueden ser una solución práctica para calmar cualquier ansiedad que cualquiera de los dos pueda tener acerca de que la relación evolucione hacia algo más complicado”. Os habéis dejado bien claro que no vais a tener un amor para toda la vida. Y eso alivia las tensiones una barbaridad. No hay tanta presión en el ambiente.
Por último, puede que las relaciones con fecha de caducidad sean una buena alternativa para ti si eres de quienes se aburren en las relaciones a largo plazo. De quienes necesitan novedades constantemente. Solo tienes que ser sincero con la persona que sales: “oye, que esta relación no va a progresar y progresar porque no es lo mío y prefiero disfrutar de ello hasta cierto punto y luego pasar a otra cosa”. Si lo acepta, guay. Y si no, pues puedes pasar directamente a otra cosa. Lo importante es la honestidad. Y la autenticidad: “No tengas miedo de mirar más allá de las narrativas tradicionales para encontrar la definición de amor que mejor funciona para ti”. Es tu vida. Vívela a tu modo.