Conocemos la parte de la historia donde nos volvemos unos histéricos pensando en por qué no nos escribe pero, ¿qué es lo que sucede al otro lado del tablero cuando no llega una segunda cita? ¿Qué ha fallado para que te hagan un next? Como teníamos muchas dudas y eso no nos dejaba dormir por la noche, hemos preguntado a unas cuántas personas que han preferido que no demos sus nombres reales cuáles son los motivos definitivos para que después de una primera cita que te hagan un next Y hemos aprendido muchas cosas.
Manu: "Me pareció un coñazo y una sobrada"
“Contando que no uso redes sociales para ligar, si he quedado con una chica es porque ya sé que físicamente me atrae, así que por ese lado voy sobre seguro. Sí es cierto que una vez, por ejemplo, quedé con una chica que me pareció un coñazo y una sobrada, así que a las dos de la mañana me vi mirando la hora y agradeciendo que cerraran el bar. Ni pensé al final en sexo y a mí eso, imagino que como a casi todos, es raro que me pase”.
Lucía: "Me sentí estafada con su foto de perfil"
"No es todo el físico, ok. Pero da mucha rabia cuando has visto fotos de personas que luego no tienen nada que ver con la realidad. He quedado con varios hombres que NO son como en las fotos de su perfil. No me engañes, tío. No engañes a la gente tanto si eres hombre como mujer. No me mientas con algo que no eres porque... luego voy a descubrirlo".
Fede: "Fue todo yo, yo, yo, yo"
"Era la amiga de una amiga. Habíamos salido varias veces en grupo y me parecía simpática, así que quedamos. Absolutamente todas sus frases empezaban por yo, yo, yo, yo. Además emanaba indignación en todo lo que decía, llegó a parecer incluso agresiva. La cosa se acabó con dos besos y hasta luego".
Olaya: "Paso de los que fuman, beben y se drogan"
"No suelo preguntar si se meten coca en la primera cita pero si me menciona que el otro día salió de fiesta y se metió de todo, a mí se me quitan las ganas. Hay una teoría que dice que a las mujeres nos gustan los hombres que fuman y beben, pero la verdad es que no hay nada más agradable que un hombre con olor a limpio, libre de humos y con las borracheras justas a sus espaldas".
Luis: "Estaba pensando en otra persona"
"Creo que a veces ocurre, ¿no?. Tienes en mente a una persona y quedas con otra porque no te cierras puertas, pero al llegar y hablar un rato compruebas que tú sigues obcecado con lo tuyo y que no hay manera. No es que haya ido mal, igual la tía es majísima pero... no es para mí. Y claro, ¿qué haces? ¿la llamas para decirle oye que no, no me gustas? No, simplemente lo dejas pasar y no vuelves a llamar nunca más".
Sergi: "Quieres una segunda cita por el misterio"
"Dejemos al margen el físico. Un tío quiere una segunda cita cuando te sientes libre y la tía saca lo mejor de ti, cuando sientes que puedes hacerla reír, que el buen rollo es recíproco, que habla y te deja hablar. Si la persona nos cohíbe, no nos deja hablar o es tímida, la segunda cita está descartada. Además, si se vende al 100% de primeras y apenas tienes curiosidad de saber nada más de ella, ¿qué puede ofrecerte una segunda vez?"
Jero: "Quedé con una húngara y apareció totalmente borracha"
"Una noche salí con una húngara y fue la peor cita ever. Ella apareció totalmente pedo. En ese momento su castellano era todavía descifrable... Tras tres cervezas y tres chupitos cambió al húngaro, mientras yo seguía hablando en castellano. Antes de acabar la primera cerveza me empezó a agarrar el culo y yo pensé "puede ser mi gran noche". Hice un intento de muerdo, me llevé una cobra y eché el freno de mano. Entonces me suelta: "Los españoles pensáis que las centroeuropeas somos frígidas pero yo soy más caliente que cualquier español". Me mete morros. Le sigo el juego y empieza la conversación mas surrealista de la historia moderna:
-¿Donde quieres ir?
-A otro bar
-Nah, paso
-Pues vamos a tu casa
-No, antes te tengo que presentar a mis amigos
Todo esto sucedia mientras ella levantaba dos dedos y gritaba: "Good", mientras se reía de cualquiera de aspecto árabe. Seguimos hablando mientras el húngaro iba ganando terreno lingüístico al castellano. Pude entender: "Si quieres follar yo te acompaño de putas". Puse cara de WTF. Me dijo que ella no quería ese día y le dice que vale. Me dice que ella quiere 'otra cosa'. Evidentemente no se me pasó por la cabeza repetir".
Pablo, "me dio yu-yu que no supiera nada de actualidad"
"No pido que una chica sepa descifrarme los porqués de la Guerra del Golfo, me parece apasionante alguien que no sabe pero que tenga actitud de aprender. Pero una vez quedé con una chica que no tenía ni idea de nada, y ni le interesaba. Me dijo que por qué tenía que saber sobre política y que a ella le daban igual las clases de historia porque no eran su pasión. Yo dije: ¿pero te interesaría aprenderlo? Y ella respondió: No. Me quedé tan chafado que lo primero que pensé fue: ¿qué le enseñarás a mis hijos? No la llamé. Me dejó de gustar por su despreocupación e interés por las cosas que pasan en el mundo".
Natalia, "Se puso a llorar y a contarme sus penas"
"Conocí a un chico por internet y después de unas semanas hablando decidimos quedar a tomar algo. Supe que todo iría mal en el momento en el que, dos minutos después de subir a su coche, empezó a contarme la terrible situación por la que estaba pasando en casa. Yo hice como que no me importaba hacer de mejor amiga durante un rato pero cuando se puso a llorar en el tercer semáforo de camino a la playa pensé: Por aquí no paso. Lo peor de todo es que yo no le llamé, pero él a mi tampoco".
Crédito de la imagen: Nan Goldin