Algunas parejas proyectan en sus redes sociales sus relaciones perfectas, de cuento, de película romántica. Dan mucha rabia. Porque su vida parece perfecta: fotos de viajes, fotos de besos, fotos de planes juntos. Fotos de los dos abrazados en la cama, abrazados en el sofá; abrazados en un puente, con un monumento detrás, en un imagen bucólica mejorada con el filtro Valencia. Pero, ¿cuánto hay de realidad en esas fotos? Según los expertos, menos de lo que se pretende aparentar. Estas son las razones que recoge el medio online Curious Mind Magazine por las que, si tu pareja y tú publicáis poco en vuestras redes sociales, PROBABLEMENTE, tengáis una relación más plena que aquellos que usan su presunta felicidad para competir con los demás.

No necesitáis refuerzo emocional
Normalmente, con el feed-back obtenido en las redes se busca una reafirmación que no es capaz de hallarse en otros planos. Algunos necesitan que los demás les digan la envidia que en ellos genera la idílica vida de proyectan, encontrando así el refuerzo emocional que la vida real no es capaz de proveerles. Por eso, las parejas que viven plenamente su relación no buscan que nadie les diga lo felices que son; ellos, por sí solos, lo saben, y están satisfechos compartiendo su tiempo con el otro.
Preferís no perder el tiempo publicando
Porque tenéis cosas mejores que hacer. Si vuestros planes os llenan, os divierten, olvidáis vuestros teléfonos y los relegáis a un segundo plano. Preferís estar presentes en vuestra relación; vivirla, disfrufarla. Y eso no os deja tiempo para invertir –¿cuánto?– quince o veinte minutos para conseguir la foto perfecta de un plan que quizá no lo es tanto en realidad.
Las buenas y las malas experiencias son solo para vosotros
Porque algunos publican también aquellos puntos de fricción que les abruman, aunque lo hagan camuflados con una máscara de 'aún así, nos queremos'. Hacer partícipes a amigos y familiares de las disputas a través de las redes sociales solo sirve para implicarles y para buscar en ellos los argumentos para escapar de una relación que no consigue generar felicidad. Aunque se pinten de color de rosa.
No lo tomáis como una competición
¿Que el resto el feliz? Muy bien. Vosotros también pero, ¿para qué contarlo? Nadie que está realmente enamorado ve en el otro un aliado para ponerse por encima de los demás, de sus amigos y del resto de sus contactos. Simplemente, se concentra en exprimir cada minuto con su pareja, sin necesidad de hacer de ello una competición.
Así que la próxima vez que te topes con la enésima foto de amor torrencial, desconfía. Quizá aquel que la ha publicado esté mandado, sin saberlo, un aviso: no es tan feliz como aparenta.