Qué son las ‘relaciones de segundo plano’ y por qué son negativas para ti

¿Sabes eso de sentirse un segundo plato? Es una sensación horrible, está claro. Este tipo de relaciones son algo así pero más sutil

¿Alguna vez te has sentido como el personaje de una serie que siempre está en segundo plano? ¿Eres ese amigo o amiga que siempre está ahí, pero nunca es el protagonista? Si te identificas con esto, es posible que estés en una relación en segundo plano. Lo que pasa es que puede pasarte de una manera más sutil. Es más, ahora mismo hay un ejemplo que nos sirve para explicarte de qué se trata.

La serie de Netflix Siempre el mismo día está ahora mismo petándolo. Para que entiendas de qué se trata, por si no la has visto (o tampoco recuerdas la peli protagonizada por Anne Hathaway), cuenta la historia de Emma y Dexter, dos amigxs que se encuentran una vez al año en el mismo día durante veinte años. A lo largo de la serie, vemos cómo su relación evoluciona y cambia a lo largo del tiempo.

Para no hacerte excesivos spoilers y que la veas, a lo largo de la serie, Emma y Dexter van construyendo una relación en segundo plano. Dexter está más interesado en su carrera y en sus relaciones románticas que en su amistad con Emma. Sin embargo, a medida que pasa el tiempo, Dexter se da cuenta de que Emma es una parte importante de su vida y que no quiere perderla. Lo que pasa al final es mejor que lo averigües tú, pero si a esa relación de segundo plano no le das importancia, puedes estar dañando a la persona.

Qué es realmente este tipo de vínculo

Puede que, a partir del ejemplo que te hemos dado, ya tengas un poco claro de qué se trata. Igualmente, para que no queden dudas, te diremos que una relación de segundo plano es aquella en la que, constantemente, te sientes como si fueras la segunda opción de alguien, como si siempre estuvieras o bien detrás de otra persona, o de otro plan en esa lista de prioridades que cada unx tenemos.

Esto no solo se ve en relaciones románticas, también puede ocurrir en relaciones familiares o en relaciones de amistad. Lo más importante dentro de este tipo de vínculos no es solo que sepas detectarlos, sino también observar si eres tú la persona que puede estar causándolo. Uno de los motivos por los que este tipo de relaciones duelen y dañan a otras personas es porque existe un desequilibrio de entrega y de atención completamente dispar.

Cómo salir de una relación así

La parte positiva es que siempre hay una fórmula para salir de ahí. Desde la web de Glamour, plantean una serie de pasos que puedes tener en cuenta:

- Establece lo que quieres en una relación: ¿Quieres sentirte en un segundo plano o como una segunda opción? Si no te sientes bien en la relación, es importante que lo comuniques a la otra persona. Puede que no lo veas como algo sencillo, pero desde la sinceridad y de manera asertiva, saldrá bien.

- Establece límites: Si la otra persona continúa con ese comportamiento, establece límites dentro de la relación para que sepa que ese comportamiento no es aceptable. Si resulta que nada cambia, quizás sea momento de que marques tú la distancia entre ambxs.

- Piensa a largo plazo: Si aún así, todo sigue igual, será necesario que te cuestiones tu compatibilidad con esta persona y si, verdaderamente, ese lugar en la relación te está aportando algo positivo.