Aunque no pudiste escoger el momento exacto en el que te enamoraste de esa ‘persona especial’ a la que conociste hace unos meses, sí hay unas cuantas cosas sobre las que deberías reflexionar antes de lanzarte a la piscina sin manguitos. Si no quieres que vuelvan a hacerte daño o hacerlo tú, piensa en todo esto cuando ya hayas tenido unas cuantas citas con esa persona y la cosa pinte más o menos bien. Probablemente os ahorraréis más de un disgusto.
1. ¿Cómo te hace sentir?
A veces pasamos por alto algunos momentos incómodos por darle un voto de confianza a esa nueva persona que nos ha llenado de ilusión. No juzgar a la ligera está bien, pero asegúrate de que esa forma de tratarte que te hizo sentir incómodo/a no va a convertirse en algo habitual. ¿Te hace sentir inseguro? ¿sientes que no puedes ser tú misma? Cuidado: cuando se inicia una relación es importante crear un ambiente de respeto y confianza. Los vicios que se adquieren al principio son difíciles de borrar.
2. ¿Piensa en ti?
Cuando hayan pasado cinco años y la pasión que ahora llena vuestras noches de sábado se haya esfumado, esos detalles que ahora son la guinda del pastel te parecerán mucho más importantes. Acordarse de eso que una vez dijo que le encantaría probar o de si le gusta o no el guacamole parecen tonterías, pero ayudan muchísimo a vuestro vínculo cuando sí están presentes. Si eres tú el único de los dos que está siendo detallista y considerado con el otro, acabarás hartándote.
3. Cuando piensas en tu futuro ¿ves a esa persona a tu lado?
Puede que no lo hayas pensado porque prefieres no hacer planes. Es sencillo, ¿tu instinto te dice que no va a querer lo mismo que tú dentro de cinco años o, sin querer, ya hablas de los planes que haréis el año que viene?
4. ¿Te apoya en tus propios proyectos?
Es importante que os apoyéis el uno al otro en todo lo que queráis emprender o probar sin que el otro esté implicado directamente. Si sientes que tu pareja no se interesa por tu trabajo o hace de menos ese hobby que tan feliz te hace, probablemente vuestro vínculo acabe por debilitarse con el tiempo.
5. ¿Es todo lo cariños@ que tú querrías que fuera?
Tanto si eres alguien que no necesita mucho contacto físico como si eres el osito de Mimosín, no te quedes al lado de alguien que no satisface tus necesidades afectivas más primarias. No hablamos de sexo, si no de contacto físico. Un abrazo o un beso o la ausencia de ellos puede significar mucho.
6. ¿Cómo discutís?
Tan importante es cuántas veces discutís como cómo lo hacéis. Si, con cada pelea, aprendéis el uno del otro y sois capaces de llevar vuestras diferencias con calma, cada una será una victoria. Sin embargo, si los gritos y las faltas de respeto son constantes, no os estáis haciendo ningún bien.
7. ¿Cuidáis el uno del otro?
Compartir el mismo estilo de vida es importante para lo que se os viene encima. Si piensas compartir tu vida con esa persona y no es capaz de hacerse cargo de sí misma más que para abrir una bolsa de patatas, mal vamos. No te decimos que busques al próximo chef Michelín, pero sí que alguien que comparte tus hábitos y piensa en cómo hacerte sentir mejor física y emocionalmente será una compañía mucho más agradable a la larga.
8. ¿Hay muchos 'yoes' en su discurso?
Por mucho que tengan pareja, hay personas que siempre terminan hablando de sí mismas y gestionando su tiempo conforme a sus propias prioridades. Está claro que organizar todo tu tiempo en base a otra persona tampoco es sano, pero si no cuenta contigo en su día a día no te está viendo como lo que deberíais ser: un equipo.
9. ¿Es buen@ para ti?
Como diría tu madre, ¿te conviene? Puede que os queráis mucho, pero sabes de sobra que esa persona no es buena para ti. No te hace mejorar, no te enseña cosas nuevas, no te hace sentir mejor cuando estás pasando un mal momento. Entonces, ¿por qué te compensaría pasar tiempo a su lado? Next.
10. La definitiva: ¿puedo construir algo sano con esta persona?
Al final, esta es la pregunta que resume todas las anteriores. ¿Vamos a poder construir una relación sana? Aunque creas que va a salir huyendo, si realmente lo vuestro va hacia delante y tienes dudas, llegará un día en que tengáis que sentaros a hablar de todas estas cosas. Si no os hace falta, probablemente ya sepas la respuesta.