El final de una relación siempre causa dolor, pero cuando se trata de una pareja tóxica o con la que la dependencia emocional es muy fuerte aún es peor. O, mejor dicho, aún hay más problemas que afrontar y, quizás, no nos sentimos tan fuertes y arropados que alguien que haya tenido una relación sana y haya mantenido su entorno de amistades, aficiones, etc.. y tenga una autoestima alta.
Además, ya de por sí, las personas que han tenido o tienen relaciones tóxicas y permanecen en ellas bastante tiempo, aunque al final lo acaben dejando quizás no lo han elegido ni ellos mismos, tienen ciertos asuntos emocionales profundos que trabajar y mejorar. Tal y cómo explica el portal especializado La mente es maravillosa, es común que “estos individuos presenten un elevado miedo al rechazo y al abandono, que sean personas inseguras, indecisas y con tendencia a la dependencia emocional”.
Puede ser que mientras dura la relación, de una forma muy poco saludable, la relación cubra o tape estas heridas internas y que el dependiente o los dependientes centren toda su energía en el otro y durante este tiempo se piense que ya no tiene estos problemas relacionados con la inteligencia emocional. Cuando levantas la alfombra, pero, se viene lo peor: te tienes que enfrentar a ti mismo y a tu mundo interno.
Al principio puede parecer muy difícil de gestionar, pero de eso, no lo dudes, con el tiempo, paciencia y esfuerzo y quizás terapia se sale. No creáis en soluciones baratas y mágicas, no forcéis grandes cambios ni nada por el estilo pensando que eso va a ser la panacea. Ah, y tampoco empecéis otra relación y repitáis el mismo patrón, los problemas de inteligencia emocional no van a desaparecer, así como así. Esto no quiere decir que no puedes empezar una nueva relación, por supuesto, pero recordando los errores del pasado e intentando poco a poco mejorarlo.
En estos casos, como en muchos problemas psicológicos, las raíces de las causas están en la baja autoestima de la persona dependiente o que necesita continuar en la relación tóxica. También puede ser que la misma relación haya hecho mella y haya afectado en tu autoestima. El amor propio es imprescindible para detectar abusos y ponerles fin. Y, como siempre, también podéis acudir a un psicólogo, ya que cada caso es un mundo y los expertos os pueden asesorar en vuestro caso y desarrollo concreto.