Hasta ahora, las alternativas para evitar un embarazo indeseado por parte del hombre eran tan pocas como dos: el preservativo o la vasectomía. Fin. Pero, por suerte, la ciencia está decidida a acabar con esto echando mano de una técnica conocida como esterilización pasajera masculina. En concreto, la fundación de Bill y Melinda Gates es la responsable de haber financiado con 580.000 euros el proyecto que se está encargando de desarrollar la píldora anticonceptiva para el hombre. Una pastilla que bloquearía puntualmente la capacidad fertilizante del esperma y que supondría una auténtica revolución en el ámbito del control de la natalidad mundial.
El científico Martin Matzuk, director del Centro para el Descubrimiento de Fármacos de la Martin Matzuk Estados Unidos dirige el proyecto. Su equipo se afana por crear una pastilla de acción rápida, sin efectos secundarios y, sobre todo, reversible, que no suponga una esterilización permanente como la vasectomía.

Pero, ¿cómo funcionaría este revolucionario sistema?, ¿qué procesos se están llevando a cabo para crear esta píldora? El equipo de Matzuk está elaborando una lista de genes activos presentes en los testículos para neutralizarlos temporalmente. Por el momento, están probando con ratones a los que se les anulan uno por uno estos genes para detectar cuál de ellos puede ser la base para crear esta pastilla anticonceptiva. Específicamente, el grupo de investigadores está centrado en 30 de los más de 2.000 genes que intervienen en estos procesos, buscando si alguno de ellos es capaz, de forma aislada, de provocar la infertilidad.
Pero no es tarea sencilla. Durante años, la industria farmacéutica ha trabajado en este sentido aunque la dificultad de cancelar químicamente los millones de espermatozoides que el hombre produce ha dado al traste con la mayoría de los intentos. Por eso, el matrimonio Gates se ha propuesto contribuir con su financiación privada a estos trabajos, difíciles de asumir por las instituciones por sus elevados costes. Con esta iniciativa los magnates afianzar uno de los objetivos más importantes de su fundación: contribuir a una planificación familiar más responsable para reducir la pobreza en el mundo. Tal es su compromiso que, solo en 2015, desembolsó más de 140 millones de euros para patrocinar investigaciones en este sentido.
El matrimonio Gates defiende la idea de que el aumento de la población mundial es una de las principales causas de la brecha económica cada vez más acusada que soporta el planeta. Según, Matzuk la ciencia se enfrenta ahora ante todo un reto biológico poco explorado porque hasta ahora toda la carga química de los anticonceptivos era soportada por la mujer constituyendo un importante desequilibrio dentro de la ecuación. De hecho, los efectos secundarios que las píldoras anticonceptivas provocan en la mujer aumento de peso, cambios de humor o jaquecas son una de las motivaciones para acabar con ese desequilibrio.

A pesar de que hay motivos para el optimismo, los trabajos están todavía en una fase muy inicial. Los científicos también deben encontrar el modo de que el efecto de esta pastilla sea inmediato, no como en el caso de las píldoras para mujeres, que necesitan cierto tiempo para funcionar. La idea es que baste con tomarla antes de mantener relaciones para que haga su labor de impedir el embarazo. Solo el tiempo dirá si, en lugar del condón, los hombres empezamos a llevar un blister de pastillas en la cartera.