Existen dos tipos de “deberíamos tomarnos un tiempo” en las relaciones románticas. Uno es deshonesto y simplemente pretende acabar con la relación de una manera velada y sin tener que pasar por el desagradable trámite de la ruptura directa. Es injusto. Es muy poco responsable desde el punto de vista afectivo. Es incluso cruel si lo piensas. Otro es el honesto y verdadero. Ese que pides cuando sientes que la relación no está bien y que efectivamente necesitas salir de ahí, tomar oxígeno y analizar las cosas desde una perspectiva diferente. ¿Es este último el que has solicitado a tu pareja? No te desintegres en la confusión: solo tienes que seguir una serie de pasos claves.
El primero de ellos, escriben en El Confidencial, “es no tomárselo como si fuera el final de la relación, sino una toma de tierra para pensar con claridad qué lo es que estáis buscando el uno del otro y qué esperáis a largo plazo en vuestra vida”. Hay un objetivo. No solo es respirar algo y relajarse de los conflictos. Es por encima de todo estudiar tus deseos y si la relación puede satisfacerlos. Y ojo: el segundo paso es no volverse locx con las prisas y volver en cuanto le echas de menos. Según cuenta la terapeuta de parejas Kongit Farrell, deberías aguantar al menos dos semanas para poder ordenar lo que piensas o sientes, aunque tres sería aún mejor para poder trazar un plan.
El tercer paso consiste en mantener los límites con tu pareja. Si os estáis tomando un tiempo no podéis veros para follar y entremezclar todos esos sentimientos. No es productivo. Además, también deberías poner límites en cuanto a lo que podéis hacer con terceras personas en esas semanas. Según la propia Farrell, no es muy recomendable andar profundizando a nivel íntimo con otras personas cuando estás en el proceso de análisis de tu relación. Es confuso. Y hablando de confusión, el cuarto paso consiste en tener muy claro por qué estás haciendo todo esto: ¿Hubo una infidelidad? ¿Estabas cansadx de tanta pelea? ¿Te faltaba algo? Ahonda en ello. No lo rehuyas estos días.
El quinto paso tiene que ver con la responsabilidad afectiva hacia la otra persona: darle feedback de tus avances. Es muy habitual que muchas personas se tomen esto de tomarse un tiempo como un acto de aislamiento de su pareja. Pero eso puede provocar mucho dolor. Es todo un infierno mantenerse a la espera. No inflinjas eso. Dile a qué conclusiones vas llegando cuando puedas. Cuídale incluso en una situación así. En último lugar, acordad una fecha para hablar acerca de vuestras decisiones. Y ten en cuenta algo: “La decisión no tiene por qué gustaros a los dos”. Pero debes hacer lo que tu corazón y tu mente te hayan mostrado como deseable durante este tiempo. Todo irá bien.