Al principio de la relación era diferente. Os metíais en la cama para follar y perdíais la noción del tiempo. En parte porque ningunx de los dos tenía una idea precisa de lo que daba placer a la otra persona, lo que os impulsaba a experimentar, descubrir y aprender. Es probable que no fuera el sexo más efectivo. Es muy probable que os costara mucho más llegar al orgasmo que ahora. Y es normal: tras mucho probar ya os conocéis muy bien y sabéis cómo hacer que la otra persona se corra. Habéis alcanzado la eficiencia en el sexo. Sois maestrxs.
¿Falta de sorpresas?
Pero esto tiene sus inconvenientes. Como explica la terapeuta sexual Petra Zebroff en un artículo para Psychology Today, "una vez hemos aprendido los patrones de nuestrx amante podemos caer en la rutina de ir directamente a esos patrones". En principio suena bien. Vas a la cama, aplicas tus truquitos y tu pareja tiene un orgasmo en condiciones. Y viceversa. Todxs contentxs. Nadie se queda a medidas. Pero el sexo es mucho más que el orgasmo, por muy obsesionadxs que estemos con este. Y se pierden muchas cosas con tanta eficiencia.
Para empezar, y según la propia Zebroff, excitación: "Algunas personas que han tenido relaciones sexuales eficientes durante años pueden perder el deseo por completo, pero cuando investigas más a fondo descubres que no han perdido el deseo de tener relaciones sexuales en sí, sino el deseo de tener el tipo de rutina sexual eficiente en la que han caído". Sí, tienen en mente la alegría de que van a correrse, pero de la mismísima manera que meses, años o décadas atrás. La falta de sorpresas se lleva la libido por delante. Poquito a poco.
Improvisar puede ayudaros
También disfrute. Si tu pareja toca los botones adecuados desde el principio y te corres muy rápidamente, se reducen los minutos que sientes placer. Es una cuestión matemática. Además, y esto es aún más preocupante, se pierde intensidad en el orgasmo. En palabras de Zebroff, "la estimulación prolongada puede conducir a orgasmos prolongados y más intensos u orgamos múltiples en las mujeres". El sexo eficiente garantiza que os correréis, pero del modo más light posible. Es algo que conoces de sobra. El buen orgasmo necesita recorrido.
Y no nos malinterpretes: un buen polvo flash de vez en cuando también mola. Es una maravilla que os conozcáis también y podáis haceros correros en cinco minutos antes de salir pitando al trabajo en la mañana. Pero la realidad es que "la mayoría de las personas anhelan el tipo de sexo no eficiente que tuvieron al comienzo de la relación". Y no es complicado recuperarlo: simplemente debéis cambiar el chip, reservaros tiempo para vosotrxs y tumbaros en la cama sin más objetivo que juguetear con vuestros cuerpos y mentes. Y que se pare el tiempo.