Esperabas que esta vez no ocurriese. Que a pesar del paso de los meses, a pesar de los mil polvos que lleváis, a pesar de la pérdida de la sensación de novedad, seguiríais manteniendo el mismo apetito sexual. Es lo que querías creer. Es lo que te gustaría que pasara. Pero no hay lugar para el autoengaño: el ritmo sexual ha decaído poquito a poco. Sin embargo, y aunque esto forma parte de un proceso natural de las parejas, tenéis cierto margen de maniobra para que la caída no sea brutal. Y tiene que ver con vuestras sensaciones de otredad.
El significado del concepto
¿Qué? ¿Nunca habías escuchado este concepto? Según el psicólogo y genetista Arash Emamzadeh, experimentas otredad cuando "sientes que estás aprendiendo cosas nuevas o cosas únicas sobre tu pareja romántica". Cuando la percibes como diferente. Cuando le reconoces activamente como un ser con cualidades distintas a las tuyas. Y sí, aparentemente esto resulta muy sencillo. A fin de cuentas, literalmente es una persona diferente a ti, pero las relaciones largas producen habitualmente una sensación de unidad que afecta a la otredad.
En cierto sentido, os veis como una cosa indiferenciable. Y cuando se llega a ese punto se deja de admirar la otredad, que en realidad siempre está ahí, bajo una capa de familiaridad. Lo curioso es que, según una investigación llevada a cabo por psicólogas canadienses, y publicado en la revista especializada Journal of Social and Personal Relationships, "el deseo sexual también requiere de altos niveles de otredad, la distancia psicológica que te permite ver a tu pareja de una manera nueva y aprender cosas interesantes sobre ella.
Siempre puede funcionar
Como explica el propio Arash, basándose en la teoría psicológica de la autodeterminación, "las personas no solo necesitan sentirse conectadas e íntimas, sino también experimentarse a sí mismas como individuxs distintxs, autónomxs y competentes". Si os perdéis dentro de la relación, si olvidáis esas sensaciones de independencia, si os quedáis atrapados en un "nosotros" constante, dejaréis de autopercibiros como libres y especiales. Y no solo eso: también dejaréis de percibir a la otra persona como tal. Y eso reduce mucho el atractivo.
En ese sentido, agrega este especialista, "es importante participar en actividades de autoexpansión". Aunque no solo por separado: también juntos para percibir a la otra parte como individux autosuficiente, entero, único. Algunas recomendaciones incluyen debatir sobre temas en los que no estéis totalmente de acuerdo, realizar actividades deportivas que os pongan en escenarios nuevos, visitar nuevos entornos, aprender nuevas cosas o relacionaros con nuevas personas. Ahí descubriréis a vuestra pareja como alguien que obra diferente, que tiene entidad propia y que se relaciona con el mundo a su modo. Y eso mola.