Por qué todavía hay mujeres que no se masturban (o que niegan hacerlo)

¿Realmente existen mujeres que no se masturban porque no sienten placer? Pues sí, pero el origen física no es otro que psicológico.

"¿Masturbarme yo? No lo necesito". Seguro que, durante una de esas conversaciones sobre sexo con tus amigas, has oído alguna afirmación parecida de quien no puede entender por qué las demás recurrís a la masturbación a menudo o, tan siquiera, por qué os excitáis si vuestros novios no están. Ellas no lo hacen, no se masturban. Y al contrario de lo que muchos creen, no están mintiendo. Su sexualidad les está jugando una mala pasada.

"Aunque ahora empezamos a entender que es algo normal y sano que la mujer se masturbe, a muchas todavía las educan en la idea de que eso no es 'cosa de mujeres' y en un mundo en el que se nos ha llamado de 'guarras' para arriba por hablar de sexualidad. Imagínate si decimos que nos damos placer", dice la sexóloga Elena Crespi.

Es por eso que, en general, durante los primeros años de la adolescencia —etapa en la que algunas empiezan a conocer su cuerpo— a muchas chicas ni siquiera se les pasa por la cabeza la idea de indagar en su intimidad. Consideran hacerlo como algo tabú o que incluso llega a darles asco, así que no lo normalizan ni lo prueban con los años. Por otro lado, las que sí lo hacen, se sienten avergonzadas o culpables por ello. Algunas lo niegan o simplemente evitan esas conversaciones. Atesoran esos primeros pasos como un secreto, como algo privado que nadie debe saber por miedo a que las juzguen o, en este caso, a que les confirmen que 'está mal', que es algo sucio.

"Es algo íntimo y hablar de cosas así siempre da un poco de vergüenza", dice Elena. Los chicos se expresan abiertamente, se cuentan sus masturbaciones en grupo con todo lujo de detalles, las chicas callan e incluso se asquean. Eso no es para ellas.

En general, esta primera etapa se supera y siendo adultas dejan de concebir la propia sexualidad como algo tabú. Pero ¿por qué las hay que siguen arrastrándolo y no se masturban jamás? "En general, las mujeres que se sienten culpables por tocarse vienen de un contexto religioso. Es la religión la que limita el sexo con otras personas a la reproducción. Así que imagínate lo prohibida que está la masturbación", revela Crespi. Y con la culpa, llega el castigo. "Las mujeres que se han atrevido a cruzar la línea y hacerlo —por simple curiosidad de esa prohibición— se han sentido culpables y después habrán aplicado alguna conducta compensatoria, como insultarse a sí mismas o, en casos más extremos, autolesionarse", asegura Elena.

¿Y qué pasa con las que, simplemente, no se masturban porque no les gusta, no les excita? ¿Realmente existen mujeres que, lejos de traumas, no se masturban porque no sienten placer? Pues sí, pero el origen de esa falta de respuesta física, según Elena Crespi, no es otro que psicológico; "Si una mujer intenta masturbarse y no siente nada puede ser por dos motivos. Por un lado, que la presión psicológica y el remordimiento sea tan grande que su mente se bloquee y no le permita gozar. Por otro, puede que tal como se esté estimulando no sea lo que a ella más le guste, pero no lo sabe".

Y aunque con todo esto no se debe entender que masturbarse es algo obligatorio, es importante saber que masturbarse y dedicar tiempo a conocer el propio cuerpo es algo muy beneficioso tanto a nivel físico como mental. "Descubrir sensaciones nuevas por nuestra cuenta que después puedas compartir con tu pareja aumenta el deseo entre los dos y se goza muchísimo más del sexo", aconseja Elena. Un pensamiento liberador que, si se entiende al contrario, muy probablemente termine por truncar esa relación física y emocionalmente.

Si crees que averiguar cómo y cuánto puede llegar a disfrutar tu cuerpo por tu cuenta es algo sucio o de lo que puedes prescindir en tu vida, debes saber que te estás perdiendo mucho. Deshacerte de todas esas ideas tan arraigadas en tu mente no va a ser fácil, así que permítete no sentir nada las primeras veces que te aventures a masturbarte. Pero recuerda: ni un pene es más sencillo ni tiene más derecho al sexo que una vulva, así que libérate, investígate, date tiempo y permítete quererte mucho para encontrar tu mejor orgasmo.