A veces nos podemos sentir frustrados cuando tenemos encuentros sexuales y no han sido satisfactorios. ¿Cuántas veces no has llegado al orgasmo estando con tu pareja o con tu nuevo amante? Y no, no hay excusa de que somos mujeres y "a nosotras nos cuesta mucho más". A nosotras, como féminas, parece que nos es más difícil relajarnos y por ende, llegar al orgasmo. Pero existen varias técnicas que ayudan a alcanzar el clímax con más facilidad y entre ellas encontramos la meditación y el yoga. Sí, no solo sirve para hacer fotos de lo más cool y colgarlas en Instagram. También te ayuda a equilibrar tu vida, a beneficiar tu salud y a tener mejores polvos.
Lo dice la ciencia
Lori Brotto, psicóloga canadiense, lleva años investigando los efectos de la meditación en la sexualidad, en especial, en la femenina. Asegura que en muchas ocasiones, los genitales femeninos funcionan a la perfección, pero son incapaces de sentir excitación física debido al estrés y a la presión. Y por supuesto, no podemos olvidarnos de todas aquellas mujeres que a pesar de alcanzar el orgasmo, no se sienten satisfechas con el sexo. Brotto afirma que la meditación puede ayudar a aumentar el deseo sexual o excitación. Por ello, estudió a 26 mujeres para que iniciaran varias sesiones de meditación durante 90 minutos. En la mayoría de los casos, notó una mejoría en cuanto a la lubricación y el deseo sexual.
Por supuesto, no debemos olvidarnos del yoga. La ciencia tiene mucho que decir también. En 2010, se publicó en la revista The Journal of Sexual Medicine publicó dos estudios en los que 65 hombres y 65 hombres practicaban yoga durante varias semanas. Se descubrió como esta práctica incrementaba el deseo sexual masculino, mejoraba la erección y el control eyaculatorio, aumentaba la confianza y la satisfacción durante el coito. En el caso de las mujeres, mejoraba el deseo sexual, la lubricación, el orgasmo y la satifacción y, en muchos casos, disminuía el dolor.
¿Y si empiezas hoy?
Las terapias orientales refuerzan la unidad entre mente y cuerpo, ayudando a mejorar nuestra vida sexual. Algo que, actualmente, se está ignorando. ¿Cómo podemos empezar con la práctica? Según Jessica Graham, profesora de meditación en EEUU, debemos iniciar la meditación sentados en el suelo o en una silla, en un lugar tranquilo. Cerramos los ojos y respiramos profundamente. Relajamos cada parte de nuestro cuerpo, siendo conscientes de cómo poco a poco, vamos entrando en un estado más onírico. Nos centramos en nuestra relajación y en el placer que genera en nuestro cuerpo, notando cómo fluye por todo nuestros rincones. Medita unos 10 minutos de forma diaria. Y si te sientes perdido, puedes escuchar audioguías de Jessica Graham en inglés.
Otro método es focalizando tu atención en los genitales. Empezamos la meditación descrita con anterioridad, pero cuando sintamos esa relajación y ese estado onírico, nos centramos en el clítoris y en los labios vaginales o en el pene y en los testículos. Vamos uniendo esa energía, notando como nuestra energía sexual se concentra. Para finalizar, realizamos movimientos con nuestra mano en forma de círculo en nuestro abdomen, mientras inhalamos y exhalamos profundamente. Este es uno de los ejercicios dentro del libro La Mujer Multiorgásmica de Mantak Chia y Rachel Carlton Abrams M.D.
La meditación y el yoga requieren constancia pero con pocas sesiones, se perciben los resultados. Además, ¿qué mejor excusa que el sexo para dejar a un lado la pereza?