Todxs hemos tenido rupturas dramáticas en la adolescencia, relaciones que nos hicieron daño y que tardamos en superar más de la cuenta, a veces incluso con personas que ni siquiera valían la pena. ¿Te imaginas que el gobierno de España se hubiera gastado un dineral para ayudarte a recuperarte de tu ruptura? Eso es lo que ha decidido Nueva Zelanda, que lanzó en marzo la campaña Love Better, que durante tres años ayudará a lxs adolescentes a recuperarse de las rupturas con una inversión de 4 millones de dólares.
La ministra adjunta de Desarrollo Social y Empleo, Priyanca Radhakrihan, explicó que el proyecto surge de que “más de 1.200 jóvenes kiwis (como se conoce a los neozelandeses) nos dijeron que necesitan apoyo para lidiar con las primeras experiencias de amor y dolor, y las rupturas se identificaron como un desafío común”.
El vídeo promocional de esta campaña nace con una frase con la que la gran mayoría podemos estar de acuerdo: “las rupturas apestan”. En él, adolescentes hablan sobre la necesidad de bloquear a las ex parejas y uno de ellos llega a asegurar que necesita poder dormir por las noches y superar de una vez a su ex.
La campaña se enmarca dentro de la salud pública y la formación emocional y se centra, según su página web “en desarrollar las habilidades y el conocimiento que los jóvenes necesitan para superar con seguridad las rupturas, mientras se crea una comunidad entre iguales para aprender e inspirarse mutuamente”.
La adolescencia, fase de la vida en que se empiezan a tener relaciones sexuales y afectivas, se da en un momento en el que todavía hay muchas habilidades emocionales por formar y esta campaña nace de la premisa que, con ayuda, esta transición al manejo de las emociones puede ser mejor. Además, como en el libro de Goethe Werther, las rupturas son a veces los detonantes para que problemas mentales puedan llevar a situaciones más graves. Depresiones, ansiedad e incluso suicidios han podido precipitarse a raíz de una ruptura traumática.
La campaña Love Better se enmarca además en una más amplia del gobierno contra la violencia familiar y sexual, que según el propio gobierno registra cifras muy altas. La policía de Nueva Zelanda investiga más de 100.000 incidentes de violencia familiar cada año y recibió 9.723 denuncias de violencia sexual, de las cuales la mitad de víctimas eran menores de 18 años en el momento del incidente.