La razón científica de que te cuides menos cuando tienes pareja

Puedes cambiarlo. Es más: debes cambiarlo. Sobre todo por ti

Siempre te pasa lo mismo: durante la soltería te pegas varias palizas semanales entrenando en el gimnasio, te hartas de comida sana y buscas ropita nueva en las tiendas con la que estar lo más impactante posible, pero cuando entras en una relación comienzas a pasar de todo. Faltas a tu cita con las mancuernas. Caes en la tentación de las tabletas de chocolate. Y te pones cualquier cosa que tengas en el armario. Es cíclico. Vas pasando de un estado a otro en función de tu situación sentimental. Pero no eres tú solx: como apuntan en este artículo de Vitónica, “la literatura científica cuenta con varios estudios que demuestran que al estar en pareja nos cuidamos menos”. Como este.

Y la razón científica es exactamente la misma que la razón intuitiva que probablemente tengas en mente en este preciso instante: te relajas en las relaciones porque ya no estás en el mercado de apareamiento. “Desde que éramos organismos unicelulares el objetivo era reproducirse. Y los hombres y las mujeres continuamos con esa psicología instalada a nivel genético: aunque hayamos cambiado mucho nos esforzamos en buscar pareja para reproducirnos”, explican desde el mismo medio. En un lugar inconsciente de tu cerebro, no hay necesidad de currarse el atractivo porque ya tienes la pareja sexual disponible. De hecho, “cuanto más estable es la relación mayor es la ganancia de grasa”.

Pero tu subconsciente te engaña. A fin de cuentas, las relaciones humanas son mucho más complejas de lo que puedan decir tus genes. Sí, a tu pareja le sigues gustando aunque cambies, pero es posible que mucho menos de lo que solías gustarle cuando te cuidabas más. Además, todo ese desinterés en mantenerse atractivx para la otra persona envía mensajes muy poco estimulantes: “te doy por hecho” o “no me importa si te sientes atraídx por mí o no”. En este sentido, el especialista Menno Henselmans recomienda tener en cuenta que tu pareja se puede ir en cualquier momento, de la misma manera que tú podrías irte si dejas de encontrarle atractivx. Aquí nadie permanece por caridad.

Aunque cuidado: no se trata aquí de buscar ningún tipo de perfección ni vivir con miedo al cambio físico. Es una cuestión simplemente de no bajar los brazos e intentar llevar una vida saludable alejada del sedentarismo y la mala alimentación. Será bueno para vuestra relación, pero también para tu salud y el resto de áreas de tu vida. Con independencia del resultado. En última instancia, lo ideal es que la fuente de tu interés en cuidarte sea tu propio deseo de autoadmiración y de bienestar. Es esa actitud mental la que te hace estar vivx, la que despierta un interés genuino en lxs demás y la que te hace sexy. No lo hagas solamente para ligar. Hazlo para quererte a ti mismx cada día.