La forma en la que decides superar tu ruptura dice mucho de ti

La manera en la que sobrellevas este periodo también te define un poco y puede ayudar a descubrir facetas de ti mismo que habían estado ocultas mucho tiempo.

Una ruptura es el final de una relación y el comienzo de un calvario. Para el abandonado seguro, y para sus amigos, también. Cada uno lo lleva como quiere o como puede, lo normal es Cada uno lo lleva como quiere o como puede y que el proceso se convierta en un auténtico caos. La manera en la que sobrellevas este periodo también te define un poco y puede ayudar a descubrir facetas de ti mismo que habían estado ocultas mucho tiempo. Por otro lado, a veces nos hubiera ido bien saber antes lo histriónica que se iba a volver nuestra pareja después de cortar. Toma nota. Podrías ser alguno de estos, o todos a la vez pasando de uno en uno. En cualquier caso, no te preocupes, se pasará.


El dramático: cuando de esta, podrá con todo

Es el fin del mundo. Este es el que adelgaza 12 kilos en un mes, no para de llorar y parece que su vida se va a acabar. Incluso gestos tan cotidianos como coger el metro le producen un llanto incontrolado porque era algo que también hacía con su él/ella y con otros varios millones de personas cada día, pero eso ahora le da igual. No pisa el barrio de su ex en un mínimo de dos meses porque solo acercarse a su casa le rompe el corazón, las cinco de la mañana le parece una hora como cualquier otra para llamarte a contarte sus penas y cree que nunca más se volverá a enamorar. Es un estado tan lamentable que de esta solo puede salir fortalecido.


El juerguista: beber como si no hubiera un mañana

Un lunes a las 12 de la mañana es una buena hora para empezar a tomar cañas, porque la vida es muy breve. Vale, igual es exagerado. A estas personas quedarse un sábado en casa en plan peli y mantita les parece una aberración. Tiene un ímpetu totalmente nuevo de explorar la noche, o el día, lo que haga falta. "Chavales, que no pasa nada. Estoy bien. ¿Qué se hace esta noche?" Suelen matar las penas con alcohol y probablemente lo supere después de algún bajón porque de tanto beber le queden lagunas y ya no sepa quién era ese al que amaba tanto.


El ninfómano: cualquiera vale para llenar tu hueco

¿Me has dejado? Vale, pues me voy a follar a todo lo que se me ponga por delante. Sin filtro. Me da igual si me gusta o si no, el caso es intentar reparar mi autoestima dañada con polvos esporádicos. El típico rollo de "voy a hacer todo lo que no he hecho en años". Cuando ya vaya por la quinta vez más o menos que se levanta por la mañana pensando eso de "qué coño estoy haciendo", reaccionará. Se valorará mucho más y dejará de tirarse a peña sin ton ni son porquesí. 


El stalker: está más al al día de la vida de su ex que cuando estaban juntos

Necesita apoyo constante y atormenta a su entorno con conversaciones que se repiten hasta la saciedad. Tarde o temprano se agotará de vivir constantemente pensando en qué hará o no la otra persona, decidirá que prefiere ser feliz y reenfocará su vida hacia eso.


El creativo: desde arte africano a clases de chino

Dentro de todas las clases, esta es la más serena y menos tóxica. Aunque superado un límite también es preocupante. Todos sabemos que lo que deja un ex es principalmente un vacío. Así que ellos intentan a toda costa llenar su tiempo con cualquier cosa para no pensar en su ex. Y cuando digo cualquier cosa es - literalmente - cualquiera. Clases de tango, clubs de lectura, lecciones de chino, de piano, un abono a la temporada taurina de Las Ventas, spinning, running, jogging y todo lo que acabe en ing.


El liana: de oca a oca y tiro porque me toca

Este último género no supera una ruptura porque ese periodo no existe en su vida. En cuanto se acaba una relación sale corriendo a por otra. No le da tiempo ni a aprenderse el nombre de su nueva pareja, que ya la está amando como a nadie en su vida. Auténticos enfermos de tener pareja, no matter who. Igual un día no encuentran a nadie con quien suplir ese hueco y se estampan contra toda la tristeza acumulada de sus relaciones encadenadas. Así, todo junto.