Hay una explicación científica de por qué toda la gente que conoces está cortando ahora mismo

Algo hay en el ambiente. Una cantidad extrema de amigos y conocidos parecen estar en plena ruptura tras años de compromisos e historias serias. 

Algo hay en el ambiente. Una cantidad extrema de amigos y conocidos parecen estar en plena ruptura tras años de compromisos e historias serias. Por supuesto todo tiene una explicación, y nosotros te lo contamos para que no sufras.

1. Adictos a las redes sociales

El promedio de duración de las relaciones modernas es de dos años y nueve meses. Eso suena muy lejos del "hasta que la muerte los separe", y lo cierto es que el dato se relaciona directamente con el alto uso de los medios sociales. Una abrumadora cantidad de ex-parejas encuestadas señalan las redes sociales como la causa de aquel amor que no duró encontrar a otro/a comiéndole el pescado a su pareja seguramente no tuvo nada que ver. Pero parece ser que mientras algunos se pasan el día dándole caña a Facebook, este les está literalmente dando caña a ellos. Las nuevas tecnologías son el veneno de las relaciones.

Todos sabemos que pasar tiempo juntos y comunicarnos con nuestra pareja es de gran importancia para la construcción de relaciones saludables y duraderas. Así que, siguiendo un razonamiento bastante lógico, es entendible que pasarse más rato mirando al smartphone que a los ojos de tu pareja no ayuda a cimentar la relación.


2. El clima

Esto es así. Cuando en Juego de Tronos dicen "The winter is coming" todos sabemos a qué se refieren. Vienen tiempos de sequía. Si no te has emparejado con la llegada del fresquete, prepárate para pasar un miserable invierno de manta y peli en soledad. Somos así, no nos gusta estar solos. Así que nos quedamos con el chico/chica que en ese momento pasa por nuestra vida, y nos acurrucamos bajo su brazo para pasar el invierno.

Sin embargo, cuando llegan los veranos, de pronto todo el mundo se convierte en "Single Lady". Como las abejas, nos despertamos con la temporada de manguitos, dispuestos a polinizar todas las amapolas que se han abierto al sol. Ya no necesitamos un abrazo fiel que nos achuche en las noches de escarcha. Es una llamada de la jungla, y es inevitable.


3. La droga del amor

Otra cosa irrefutable es que enamorarse es como el colocón de la mejor droga que puedas encontrar; de hecho, mucho mejor, porque es legal. Tenemos más energía, perdemos nuestro apetito, nos sentimos orientados y con objetivos normalmente zumbarnos al objeto de nuestros deseos. En definitiva, estamos en éxtasis. Estamos de viaje en una montaña rusa emocional, y nos encanta.

Pero claro, todo buen subidón necesita de chutes progresivos para mantenerse en alto, y lo cierto, por triste que sea, es que la rutina de las relaciones se acaba merendando ese sentimiento tan estupendo. En muchas ocasiones, el tiempo medio de ruptura es después de tres a cinco meses de noviazgo, una vez que las mariposas detienen el aleteo y el romance se desvanece.

Eso solo significa una cosa: ha llegado la resaca, y necesitamos más droga.

Crédito imagen: José Afterol