Por Qué Nunca Encontraré Al Amor De Mi Vida En Una Discoteca

No sé vosotros, pero yo al menos cuando salgo de fiesta, lo que pretendo es pasármelo bien, desahogarme de toda la semana de curro y tener una excusa para verme con mis amigos.

Somos una generación acostumbrada a reventarnos a fiestas casi cada fin de semana. No solo eso, sino que para muchos, una gran parte de su vida sexual proviene de las interlocuciones que llevan a cabo con otras personas cuando están dándolo todo en una discoteque. A todas esas personas les digo, si lo que pretendéis es encontrar el amor, vais por un camino muy chungo, y si sois de esos que se preguntan ¿por qué nunca encontraré el amor de mi vida en una discoteca? Os voy a dar la respuesta.

No sé vosotros, pero yo al menos cuando salgo de fiesta, lo que pretendo es pasármelo bien, desahogarme de toda la semana de curro y tener una excusa para verme con mis amigos. Eso no quita que no puedas conocer gente pero, creo que coincidiréis conmigo en que, entre el ruido, la poca luz, y lo poco que me permiten vocalizar las 5 copas como mínimo que me tomo cuando salgo, tener una conversación interesante con un desconocido se me hace un poco difícil.

Nunca he sido una persona a la que le guste mucho ligar de fiesta, soy más como ese enigmático personaje que se sienta en la barra a esperar os juro que funciona, pues la verdad no me gusta gritarle al oído a nadie mientras pierdo la poca dignidad que me queda en esta vida bailando reggaeton y frotando mi pene contra el culo de alguien, porque para calentarme para nada, mejor me masturbo en la intimidad de mi casa.

También invito a la reflexión sobre algo: Follar estando pedo es una puta mierda. No solo eso, sino que con una persona con la que después de cuatro gritos a la oreja, cuatro magreos y un polvo mal echado, me he despertado a la mañana siguiente, la verdad, creo que ni merece la pena iniciar una relación.

No busques el amor en habitaciones oscuras llenas de deseos primitivos, no permitas que a tu corazón lo cautiven siluetas que esconden secretos debajo de sus más elegantes galas, no invites a tu cama a quien no abrazarás a la mañana siguiente, pues el amor verdadero es eso que te saca una sonrisa cuando despiertas y ves a ese alguien con la boca abierta y la baba colgando, y si lo buscas de fiesta seguramente lo único que te encuentres al despertarte es alguien que apesta a una mezcla de alcohol, sexo, sudor y cigarrillos.