Lo hemos oído por activa y por pasiva: que si los mileniales creen que el amor es de usar y tirar, que las relaciones humanas han perdido profundidad y calidad, ahora solo queremos el aquí y ahora... Y en el otro lado del ring tenemos un montón relaciones tóxicas o que de usar y tirar, gente que se conforma con poco o de usar y tirar. Ni tanto ni tan poco, pero puestos a compartir nuestros días con alguien, nos iría bien pensar por quién o hasta qué punto vale la pena luchar por algo.
Yo no he firmado para esto
Voy a invertir la incógnita de ¿por qué rompen las parejas? y te devuelvo la pregunta: ¿por qué se forman tantas? Tenemos más información que nunca sobre las vidas ajenas y lo complicado que es compenetrarse con otra persona, pero hay muy poca gente profundamente convencida de que no se necesita pareja para auto-realizarse. Hay una especie de aceptación implícita de que encontraremos el "amor verdadero" tipificado en cuentos y películas, y la peña sigue diciendo cosas como "he encontrado a mi media naranja". Nos guste o no, la monogamia tradicional, con el alto porcentaje de infidelidades y frustraciones que trae consigo está aquí para quedarse, por más nuevas formas de amor que debatamos.
Y aunque realmente fuésemos el anti-compromiso, ¿por qué veo tantas personas que aguantan juntas para no estar solas, pero que claramente ya no se aportan nada, si es que lo hicieron al principio? Discusiones, malos rollos, autoestimas por los suelos, celos por doquier... Y ahí siguen: aguantando y reprochándose hasta el respirar. En mi mente, esas parejas deben tener una doble vida que se transforma en My Little Pony con purpurina y arco iris en cuanto se quedan solas, porque si de puertas para adentro continúan con esa crispación, solo me queda preguntarme: ¿Para qué seguir juntos? ¿Para quién? ¿Para mantener sus bajas autoestimas allí donde están? ¿Para ponérselo en Facebook? ¿Para que Dios vea que somos Adán y Eva y no descendientes de primates?
Miedo vs Ilusión
Si no estás bien con tu pareja o no tienes claro que quieras comprometerte, te toca encontrar tu propio punto intermedio entre conformarte con algo que no te satisface y tirar la toalla a la primera. Puedes empezar con preguntas de las que escuecen: ¿Tengo miedo de perder a esa persona por perder rutinas de pareja, dejar de ver la gente de su entorno, no tener con quién dormir, o por el vértigo de volver a estar "solo/a"? El miedo al cambio viene en tu código de barras, eres human@, pero no responde al amor ni garantiza a que vayáis a ser más compatibles en el futuro.
La diferencia entre conformarse y luchar es que lo primero surge del medio y de la pereza, y lo segundo de la ilusión y la entereza. El "miedo a no tener", el horror vacui del sentimentalismo, te engaña y te limita. En cambio, si lo que sientes son ganas de hacer, de construir y de compartir con esa persona, y te ves en el futuro sintiendo alegría pura en lugar de lo que estás pasando ahora, mueve el culo para que os comuniquéis y crezcáis.
Llega un punto en el que vale la pena escuchar esa vocecita que te pide pasar página, la misma que callas cada vez que os besáis y la química te dice que te quedes cerca de esa persona. La misma que olvidas el domingo por la noche cuando te apetece peli y manta en compañía. Por supuesto que en una relación no todos son mariposas, pero tampoco nos hundamos en la moral judeocristiana del sacrificio y la otra mejilla todo el rato. Si ya no eres capaz de recordar por qué estáis juntos, es que ya no te quedan mejillas. No es caprichoso ni inmaduro, es optimizar tu energía hacia otras cosas.
Luchar vs Conformarse
Luchar por una relación no significa secarse las lágrimas de frustración discusión tras discusión y llegar a normalizar el malestar. Eso es conformarse.
Luchar por una relación no significa darte cabezazos contra la personalidad del otro para intentar construir una falacia. Si a medida que vas conociéndol@ descubres que esa persona es lo contrario de lo que imaginabas, nadie más que tu mism@ te obliga a quedarte donde estás. Eso sería conformarse.
Luchar tampoco significa rendirse a su voluntad, dar por hecho que esa persona nunca se equivoca, o ver normal que no mueva un solo dedo para evitar algo que te molesta. Eso es conformarse.

Y desde luego, luchar por una relación no es aguantar celos irracionales, manipulaciones, o que te ataquen psicológicamente, que te hagan sentir inferior, con miedo. Eso es conformarse.
Y por último, estoicos y resignados del mundo, luchar por una relación no es ir tirando porque sí, como burros, p'alante. Y quienes se meten de pleno en el compromiso sabiendo que esa persona "no les convence, pero no está mal" ejercen una cobardía brutal para tener a alguien ahí hasta que llegue otra persona. Pensar "me gustaría quererlo como él a mi" o "pobrecita, el día que la deje lo pasará muy mal", también es conformarse, y es injusto para ti, pero sobre todo para quien te ve como un tesoro y una prioridad.
Entonces, ¿qué armas tengo?
No existe la resolución absoluta de los conflictos humanos. Si discutimos con colegas y familiares, ¿cómo no vamos a discutir con quién pasamos más tiempo, la persona en la que ponemos más expectativas porque ha venido con la etiqueta "grandes ilusiones"? Si eres de l@s que les va la marcha y le pone discutir, déjale claro al prójimo que así es la vida contigo, pero no lo culpabilices de todo. Si no, hay formas de minimizar la cantidad o duración de estos desencuentros.
Os podéis dar cierta distancia para enfriar un poco las ideas, y tras cierto tiempo tratar de hacer cura de humildad: contaros cosas que nunca os habíais dicho, abriros de verdad, en canal. Ambos tenéis que recordar que sois un equipo, que vuestro objetivo no es tener razón y controlarlo todo, a ver quién es la pareja ideal y quién "incumple" cánones preestablecidos. Ten en cuenta que hay muchas zonas grises en las relaciones humanas, y siempre habrá una dosis de confianza ciega y de fe, por eso el amor es algo mágico. Pero hablad de lo que realmente necesitáis, de lo que en vuestra cabeza es una relación, porque está claro que no podemos leernos las mentes. Y si de verdad ambos queréis ser compañeros de vida, no es ninguna locura tirar de terapia de pareja durante un tiempo.
Si AMBOS estáis convencid@s de que queréis estar juntos, hay que currárselo y entender que siempre pasaréis por algún que otro pozo de mierda para conoceros mejor y poder salir juntos a la superficie, agotados pero esperanzados. Pero pon límites: Si tras cada bache te sientes más y más vací@, es hora de ponerte las pilas y largarte, para dejar de conformarte.
