Dicen que el amor no entiende de distancias. Bueno, bueno, tampoco nos vengamos tan arriba. Los que hayan salido con alguien que vive en Sydney sabrán que por mucho Skype, el contacto humano no puede ser sustituido por nada. Ni el contacto humano no puede ser sustituido. También dicen que cuando se está enamorado se hace todo lo posible para estar con la persona querida. Sí claro, todo suena muy bonito, pero si tu novio vive en Berlín o tu novia está en Roma ¿quién tiene que mudarse, el otro o tú? Si a tu pareja le sale un curro de la muerte en otro país y tu tienes tu vida montada aquí, ¿tienes que dejarlo todo e irte? Aquí tienes algunas claves para saber qué hacer para que tu relación no se acabe en cuatro días.
Antes de tomar la decisión
Existen dos tipos de relaciones a distancia: las parejas que se han conocido en un Erasmus y son de distintos países, y las que, siendo del mismo lugar, tienen que separarse porque uno de los dos ha conseguido trabajo en el extranjero.
En el primer caso, si realmente vais en serio, tarde o temprano tendrás que tomar una decisión. En cambio, si se ha ido por trabajo de la ciudad en la que plácidamente vivíais los dos, tienes que preguntarte algo: ¿No estará huyendo? Vale, suena muy chungo y lo último que necesitas ahora es echarle más leña al asunto. Pero tienes que asegurarte de que la relación puede aguantar a una mudanza y de que no hay nada raro entre vosotros. Por otro lado, cuando el otro se va no tienes porqué seguirlo al día siguiente. ¿Te has planteado la posibilidad de pasar unos meses separados? A veces eso fortalece una relación y le da oxígeno. En otros casos es fatal.
Tomar la decisión
Existen muchos criterios para resolver tus dudas existenciales:
1. ¿Qué lugar tiene unas mayores expectativas laborales para ti? Este es un punto clave. Dada la situación en la que estamos, quizás sea el mejor momento para probar suerte fuera. Si temes dejarlo todo por amor, por lo menos asegúrate de que te compensa en varios aspectos de tu vida. Si al final lo dejáis, mudarte habrá valido la pena para mejorar tu experiencia, tu situación laboral o académica.
2. ¿Dónde se vive mejor? Aquí tenemos un buen clima, somos gente muy maja e incluso existen lugares en los que te ponen una tapa gratis. Pero no nos engañemos, muchos países nos dan mil vueltas en otros aspectos. Las condiciones laborales, el transporte público, las universidades... Echarás de menos el sol y la comida de tu madre, pero te darás las gracias cuando compruebes por ti mismo que tus impuestos SÍI van a parar a buen recaudo.
3. ¿Si te mudas vas a ir a vivir a un lugar en el que tu pareja tiene ya un círculo de amigos? Esto, aunque no lo parezca, es vital. Empezar en un lugar nuevo es mucho más fácil cuando conoces rápidamente a personas con las que ir a tomar algo o salir de fiesta los viernes. Si tu novio o tu novia te dice que vayas a vivir con él, asegúrate de que cuando desembarques te encuentras en un lugar no hostil. Así el inicio será mucho más fácil.
4. ¿Efectos secundarios? Si nunca antes habías vivido en un país extranjero, esto te ayudará a ser más independiente, te obligará a socializar y a valorar más tu casa, tu familia y tu país. Siempre es interesante tener varias experiencias y poder compararlas. Además, moverte en un contexto internacional te dará una visión más amplia del mundo y de qué quieres hacer en la vida.
Hacer una lista de pros y de contras puede ayudarte a tomar la decisión. Si empiezas con: es que tengo un buen trabajo, es que tengo que ver a mis amigos cada día, es que mi familia es muy importante o es que los veranos no puedo vivir sin tomar el sol... date cuenta de que no te apetece nada irte. No pasa nada, puedes seguir unos años de relación a distancia, pero la situación no puede durar infinitamente.
Afróntalo y a por ello
Vale, ya estás en otro país porque has decidido seguir a tu pareja, sea por lo que sea. No conoces a nadie, no tienes curro, nadie habla tu lengua, te pasas días en soledad porque no tienes nada que hacer aparte de aprender el idioma local y, ah, comerte los mocos. Es normal, no te preocupes, los inicios nunca fueron fáciles y menos si tienes que montarte toda una vida de 0 menos por lo del amor.
Lo que ya es más peligroso es que la frustración y el esfuerzo del proceso termine haciendo que le eches cosas en cara a tu pareja. "Estoy hecho mierda y es por tu culpa, porque he venido por ti". ERROR. Cuando te mudas tienes que tener en cuenta que es una decisión que tomas tú y no tu pareja. Enfadarte con tu compañero/a no mejorará tu vida en el nuevo país, más bien todo lo contrario. Mantente activo: busca trabajo de lo que sea para aprender más rápido el idioma, apúntate a bailes folklóricos, piérdete por la ciudad o haz deporte, pero nunca culpes a los otros de tus sentimientos.
Crédito de la imagen: Lukas Film