Curar tu corazón después de una buena hostia en el amor es más fácil con esta app

Primero, la pérdida, el shock inicial. Después, la desesperanza y la ansiedad, el “nadie volverá a quererme así jamás”. Más tarde, la aceptación, la asunción de la nueva realidad.

Primero, la pérdida, el shock inicial. Después, la desesperanza y la ansiedad, el “nadie volverá a quererme así jamás”. Más tarde, la aceptación, la asunción de la nueva realidad. Y, por último, la superación, la vista puesta en el futuro, la salida del pozo de lágrimas, el renacer de una nueva vida en solitario. Qué fácil suena todo. Así, en unas cuantas líneas, los pasos que todo el mundo atraviesa después de una ruptura suenan hasta asumibles y fáciles de sobrellevar.

Pero no es así.  Todos estos episodios están salpicados de  enfado, frustración, lamentos, depresión, apatía, desencanto, tristeza. Porque superar una ruptura tal vez sea una de las tareas más difíciles a las que uno puede enfrentarse. Que se puede,  pero cuesta. Y pensando en ello, en ayudar a pasar el trago, en ofrecer un apoyo para levantar cabeza más allá de las conversaciones con amigos y amigas y en que cada uno pueda encontrar un sustento privado sin tener que recurrir a nadie, ha nacido la aplicación Mend: “El entrenador de corazones rotos”.

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¿Un coach virtual? Algo así. Mend ha creado una comunidad de abandonados que se apoyan y comprenden mutuamente. Hay hombres y mujeres heteros y gays. Porque la condición o el género no importa; aquí lo que cuenta es aprender de los errores y mirar hacia delante.Todo comienza con la creación de un perfil: nombre, fecha y razón de la ruptura y, fundamental, momento en el que se produjo el último contacto con él o ella.

A partir de ahí, Mend va ofreciendo diariamente un mensaje de aliento y automotivación y va invitando a reconocer determinadas verdades clarificadoras que ayudan a superar la ruptura. Pregunta puntualmente si has pensado en la otra persona, si has cotilleado sus redes sociales o si has tenido la tentación de enviarle un mensaje. Pero no para afearte la conducta, sino para felicitarte por no haberlo hecho o para desandar el camino recorrido en la ‘terapia’ y tratar de que esa situación no se repita.

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Mend también escucha e, incluso, pregunta cómo te encuentras. Tiene esa vertiente de ‘hombro sobre el que llorar’ y ofrece la posibilidad de criticar al ex hasta quedarte sin saliva. Porque es como un amigo/a que aconseja y comprende y, por eso, ofrece también planes o alternativas de ocio para que, poco a poco, el usuario vaya recuperando su vida social. Además, te pide que rellenes un diario anotando tus actividades con el fin de monitorar tus progresos y saber en qué punto de tu proceso de sanación te encuentras.

Detrás de Mend está Elle Huerta, una ex empleada de Google que no hace demasiado tiempo vivió en primera persona el proceso de superación de una ruptura relativamente traumática. Así que sabe de lo que habla. Cuenta que, buscando consejo en internet, tan solo encontró unos cuantos listados manidos y que caían en los típicos lugares comunes. Asqueada por la escasa ayuda disponible, se propuso volcar toda su frustración en un proyecto ilusionante para ella, con la pretensión de convertirse en una mano amiga y de evitar que los deseos de venganza y otros sentimientos vacíos se adueñen de los abandonados.

De hecho, Elle Huerta está detrás de Mend pero también en primera línea. Su voz es la que narra todos los mensajes de autoayuda y motivación, convirtiéndola en una suerte de ‘Siri’ del desamor. Sabe bien cómo hablar a un corazón roto, porque ella acaba de recomponer el suyo. Y ha sido lista, convirtiendo esa decepción en un canal de ayuda para todos y, además, tratando de sacarle rendimiento a su dolor; aunque la app es gratuita, tiene también una versión premium de pago. Sí, no hay mal que por bien no venga, pero lo innegable es que cualquier ayuda para salir adelante es bienvenida. Y era cuestión de tiempo que la tecnología se ocupase de ello.