Sabías que tendrías que enfrentarte a este momento tarde o temprano y, por tanto, abandonar ese chándal pordiosero que casi parecía una segunda capa de tu piel en estos últimos meses. Has pasado el duelo, ya crees que la vida no se acaba ante una ruptura y el cuerpo te pide menos azúcar y más sexo. ¿Qué significa esto? Que estás remontando, cariño. Y eso alberga una realidad: el mercado del amor o de lo que surja está esperando tu vuelta. Aquí van algunos consejos para propiciar tu inclusión, destacar por encima de la competencia y, sobre todo, asegurarte un prodigioso futuro en el mundo de la seducción y el ligoteo.
No centres tus energías en las discotecas
Tenemos la percepción de que es un buen ambiente para ligar, pero lo cierto es que, si lo analizamos, nuestras expectativas y posibilidades no son tan altas como creemos. Sodoma y Gomorra caben hoy en un habitáculo con luces y música comercial. En las discotecas te exhibes, bailas, bebes y lidias con el personaje de turno. El volumen de la música y lo pasada que va mucha peña te impide que entables una buena conversación, que resultes interesante entre toda la masa o que desarrolles tus técnicas de seducción más allá de tu apariencia física. Por no hablar, de los intentos fallidos. ¿De qué te sirve ligar con una persona que no comparte tus intereses? Quizá podáis echar un polvo o dos, pero seguramente, si lo que te apetece es no tener sexo vacío, esto no va a gustarte.
Plantéate la seducción a largo plazo
Si quieres encontrar a alguien que comparta tus aficiones, frecuenta aquellos lugares en los que se realiza o filtra las posibilidades a través de alguna app de conocer gente. Aquí, la seducción no se realiza de una forma tan inmediata como la cacería carnal que reina en las discotecas. La alternativa podemos encontrarla en la sala de musculación del gym, locales de intercambio de idiomas, el cóctel previo o fiesta de cierre de algún evento cultural o en esas clases de baile de salón que tanto se han puesto ahora de moda. Habla, deja hablar y no te obsesiones por crear un vínculo recíproco. Puede que quien te trate bien o es amable contigo, no quiera ir más allá. Así que, porfa, no confundas una seducción a largo plazo con un ejercicio de acoso y baboseo, ¿ok?
Cuídate
Sí, el físico importa, es tu carta de presentación y por ello es importante que inviertas en ti. Potencia tus puntos fuertes, atrévete con un cambio de look, salta del sofá y mueve el culo, deshecha ese estilo de teenager de tu armario y atrévete con las últimas tendencias. Lo sabemos: no todos nacemos con el físico de Katy Perry o de Hugh Jackman. Pero, no te preocupes, no estamos sugiriendo que tu éxito en el mercado depende exclusivamente de tu físico. Hay que colocar el foco en tu carisma, así como en la seguridad y confianza que puedas transmitir a la otra persona. No podemos cambiar nuestra apariencia, pero sí potenciar nuestro atractivo e incluso transmitir nuestra personalidad a través de nuestro estilo de vestir.
Tira de agenda
¿Te acuerdas de cuántos polvos se frustraron cuando Cupido te flechó el corazón? ¿O cuántas oportunidades surgieron cuando tú proclamabas tu fidelidad y amor eterno en tus estados de Whastapp? Tu situación actual es propicia para rescatar aquellos contactos cuyas citas, promesas de sexo desenfrenado o tiernos paseos por la playa quedaron en el aire. Seguramente si no te marcaste ninguna bomba de humo y ejerciste una plena sinceridad, retomar la relación o ahondar en una comunicación más seductora, te resultará fácil, cómodo y hasta te salga natural. Si por el contrario, eres de esas personas que ha dado largas, vertido jugosas mentiras y luego ha desaparecido sin más, lo vas a tener muy jodido. Y no, para esto último no tenemos consejos.
Controla el consumo compulsivo de citas
Tu perfil de Tinder está en alza y tu autoestima vive su mejor momento. Pero debes estar alerta. Detrás de cada perfil o cita, hay una persona. Es importante que no juegues con sus expectativas y no la trates como tu psicóloga personal. Una cosa es que puedas intercambiar una conversación sobre de dónde vienes, de dónde vas y cómo fue tu catástrofe amorosa; y otra, muy distinta, es que seas mono tema, optes por una actitud victimista y hagas absurdas comparaciones del tipo: “tú no eres como ella”, “mi ex lo hacía así…” o “él no es un caballero como tú…”. Omite esa mierda. Y, por favor, evita también recurrir a las citas movido por la resaca del rencor y la rabia. El sexo por venganza es uno de los grandes errores que cometemos cuando todavía albergamos, con respecto a una relación larga, sentimientos intensos. Así que, vigila y no la cagues.