Cada relación es un mundo. A veces podemos llegar a impresionarnos de que nuestra amiga haya acabado saliendo con alguien así, o incluso nos sorprendemos a nosotros mismos de haber encajado tan bien con esa persona que jamás habríamos imaginado. Puede que haya cierto misterio en el amor que se escape a leyes lógicas. ¿Pero hay algo que podamos calcular y prevenir?

La buena noticia para los que lo apostamos todo a una sola carta y seguimos soñando por la posibilidad del "para siempre" es que sí hay elementos que nos pueden ayudar a saber si tendremos éxito en una relación.
El psicólogo de la Universidad de Washington, John Gottman, se dio cuenta de que la mayoría de estudios sobre las parejas se centraban en analizar los problemas, pero pocos ofrecían soluciones y proponían modelos de conducta positivos y útiles.
Su trabajo de más de quince años se centra justamente en analizar lo que sí funciona, lo que merece la pena tener en cuenta para poder vivir felices muchos años. Por supuesto que no es una ciencia exacta, porque no es algo empírico, pero a nivel de probabilidad, Gottman presume de poder calcular el éxito de cualquier pareja con un 90% de acierto.

Hemos resumido sus ideas en 3 grandes preguntas para que cada uno se haga y pueda auto-evaluar su propia relación.
1. Cuando hay problemas, ¿nos atacamos buscando un culpable?
Las parejas que duran mucho tiempo, según Gottman, se centran en solucionar los problemas en sí, no en tener razón o encontrar al culpable. Las parejas que están normalmente en modo ataque tienen la fecha de caducidad prácticamente asegurada.

2. Si el otro ha hecho algo que no nos gusta, ¿tendemos a pensar que lo ha hecho con mala intención?
En la convivencia diaria, hay muchas pequeñas diferencias que nos pueden crispar o irritar. Es normal discutir con la pareja, y hasta necesario, pero la cuestión es si estamos al acecho para atacar al otro y culparle, o por defecto tendemos a pensar bien. Cuando no nos llama o se olvida de algo que habíamos hablado, es importante pararnos a pensar si nos ponemos en la peor de las situaciones o tendemos a confiar y pensar en positivo.

3. Cuando la pareja nos dice algo bonito o nos abraza, ¿le prestamos atención y lo disfrutamos realmente?
A veces estamos nerviosos porque hemos quedado a cenar y llegamos tarde, y la pareja nos dice algo cariñoso con toda la ilusión, pero la ignoramos o ponemos mala cara porque estamos más preocupados de la hora que de disfrutar. Nos perdemos los momentos más especiales porque estamos distraídos o estresados, y precisamente en esos pequeños gestos fortalecemos la relación y la hacemos más sólida.
Solo nosotros sabemos en qué dinámica de relación estamos ahora mismo, y de nosotros depende cambiar o mejorar en lo que sea necesario. Cada día, en las pequeñas rutinas, es donde realmente estamos apostando y marcando la diferencia para poder ser felices juntos el resto de nuestra vida.
Crédito de la Imagen: Maud Chalard