En la era de las aplicaciones de citas, hay filtros muy automáticos a partir de según qué fotos, descripciones o saludos que hacen que descartes a alguien enseguida. A veces, ni siquiera es necesario que tu match sea alguien pesado, fantasma o turbio, sino que, simplemente ves claramente que no encajáis. Le encanta ir a lugares caros y tú, que vas bastante justx de pasta, eres más de baretillos; o lo mismo al revés, es demasiado hippie para tu gusto o simplemente no aguantas que fume... Cada cual, con su gusto y sus preferencias. Pero, una vez la conversación está en marcha, hay ciertas green flags y red flags que pueden ser universales.
Red flags:
- Te invita a su casa en la primera cita: ¿Quién es tan perezosx y confiadx como para no quedar en un lugar neutro como un bar o un parque, donde no hay presión por liarse? Salvo excepciones muy puntuales como una pandemia mundial con los bares cerrados, mejor no fiarse de quien te dice de quedar en casa en la primera cita.
- No para de decir que es feminista: aplica para los tíos. No te fíes, si lo fuera de verdad no te lo estaría diciendo en cada frase.
- Monotema: siempre te habla de su trabajo, del Barça o de la importancia del cambio climático. Esto último es normal que le obsesione, pero evitemos a quienes solo hablan de una cosa.
- No te pregunta: se suelta el rollo y nunca te pregunta más allá del “qué tal” de rigor. Next.
- Nunca saluda y siempre eres tú quien da el primer paso: podría reproducir esa vagancia una vez os hayáis conocido.
- Se ríe todo el rato aunque no se haya dicho nada gracioso en la conversación: bueno, esto se puede llegar a perdonar.
- Invierte en criptomonedas: aunque si es poco o se ha forrado, se puede perdonar.
- Repite la palabra poliamor cada tres frases: su libro de referencia es ‘En defensa de Afrodita’. Nada en contra del poliamor, pero ya habrá tiempo para hablar del tema.
- Tiene como referentes al Xokas o a Piqué.
- Expresiones homófobas o machistas: si es de los que dice “pierde aceite”, seguramente no sea tu tipo.
Green flags:
- Repregunta cuando le cuentas cosas: muestra un interés genuino.
- No hace demasiada bandera de lo que es: expresa sus opiniones, pero no infla su identidad, sea de empresario, revolucionario o cocinero.
- Te propone un bar barato a tomar algo: siempre a favor de la sencillez, ya habrá tiempo para la cena romántica. Y además te pregunta si te parece bien.
- Te habla de sus amigxs y familia: demuestra preocupación sin hacer gran exaltación de todo lo que hace por ellxs.
- Sin frases de autoayuda en el perfil: tampoco citas grandilocuentes.
- Su Instagram se ve alegre y acompañadx: no es un museo del misterio.
- Muestra pasión por lo que hace: pero no le cuesta rajar del trabajo y preferiría vivir sin trabajar.
- Buen gusto: sus series o bandas musicales preferidas y las tuyas son el primer match.
- Sensibilidad social: no pasa olímpicamente cuando le comentas tu preocupación por el auge de la extrema derecha.
- Es flexible: se adapta a las propuestas y no critica cualquier cosa que se salga de su imaginario o sus costumbres.