La píldora anticonceptiva nunca había estado tan presente en la vida de las jóvenes españolas. Son las conclusiones extraídas del último informe del Observatorio de la Sociedad Española de Contracepción último informe, que realiza un seguimiento del uso de métodos anticonceptivos cada dos años. En concreto, mientras en 2014 “solo” el 8'8% de las chicas de entre 15 y 19 años tomaba la píldora, en 2018 representan ya el 21%, lo que supone una triplicación en tan solo cuatro años. No son las únicas: el uso de la pastilla ha pasado del 26,5% al 36,2% también en las mujeres de entre 20 y 24 años. La tendencia es clara entre las jóvenes.
Las razones de este incremento, no obstante, son más esquivas. El mismo SEC afirma no tener todavía un valoración “clara y única” de estos resultados, aunque especulan con la “mayor información, menos mitos y menor carga negativa” asociada a su consumo, además de que las jóvenes actuales sean “hijas de madres que en su día tomaron la píldora”. También podría deberse al aumento general de métodos anticonceptivos fruto de una mayor concienciación. No en vano, el 72,1% de las mujeres entre 15 y 49 años utiliza algún método anticonceptivo, frente al 49,01% que reconocía hacerlo en 2014.
Para muchos de los expertos consultados por eldiario.es, esta tendencia al alza no supone una mala noticia siempre que las jóvenes entiendan que la píldora anticonceptiva no funciona como método barrera contra enfermedades de transmisión sexual. En ese sentido, es relevante que, según el informe del SEC, el 80% de las mujeres de entre 15 y 49 años no utiliza dos métodos simultáneos como podría ser la píldora junto al preservativo. Algo que Gemma Castro, coordinadora del Centro Joven de Anticoncepción y Sexualidad de Madrid, condena porque parte de “ese pensamiento mágico de que las ETS les ocurren a otros”.
De todas formas, el preservativo sigue siendo el método anticonceptivo favorito de las jóvenes españolas. Su utilización entre ellas ha aumentado del 37,6% de 2014 al 46% actual. El uso del DIU, sin embargo, es verdaderamente residual, con cifras que rondan entre el 1 y 2,1%, muy lejos de la pastilla, que es barata, accesible y proporciona seguridad por ser muy conocida. No obstante, también son muchos los expertos que alertan de los efectos secundarios que tiene sobre el organismo: elimina la ovulación, alterando así la concentración de estrógenos y progesterona. Sea como sea, la decisión es solo tuya.