A masoca no te gana nadie. Puedes estar en la más absoluta miseria, llorando por los rincones mientras maldices tu vida, y aún así, entrar a Facebook y hacerte el camino de Santiago por el perfil de tu ex. Más de 10 kilómetros arriba y abajo esperando a encontrar nadie sabe todavía qué.
Pero buenas noticias.
No eres el único. Si es que eso te consuela.
Una encuesta realizada por YouGov ha revelado que YouGov Además, en esta misma encuesta, también se descubre que el 17% entra una vez a la semana en su perfil, como si fuera un ritual inquebrantable, y que lo hace esperando encontrar pistas que apunten a que tiene un nuevo 'affair'.
Hasta aquí todo parece gracioso, incluso que malgastemos el tiempo de nuestra vida en espiar a personas que ya no quieren estar con nosotros. Como si fuera lo normal pasar del perfil a las fotos, de las fotos a los álbumes y de los álbumes de nuevo al perfil. Lo que ya no hace tanta gracia es otro de los datos que también se exponen en esta misma encuesta: al menos uno de cada cuatro jóvenes de entre 18 y 34 años lee a escondidas el móvil de su pareja.
Y lo que es más peligroso, lo hace todos lo días y sin su consentimiento.
De hecho, al menos el 15% de los encuestados afirmó haber deslizado 'inocentemente' su dedo en smartphone ajeno para leer los mensajes de sus redes sociales.
Sabiendo esto, respetemos la privacidad de las personas con las que estamos. Parece complicado resistir a la tentación pero, qué coñ*, siempre hay mejores cosas que hacer. Incluso aunque 'esas cosas' sean no hacer absolutamente nada.