El error más grande que he cometido en mis pequeños 23 años es no haber tomado riesgos que pudieran cambiar mi vida. Lo digo en serio, me arrepiento todos los días.
Me siento en casa, sin trabajo, tratando de imaginar dónde estaría y qué estaría haciendo si hubiera seguido el consejo del tattoo de mi brazo y me hubiera apoderado de mi día.
Cuando me senté para escribir esto, pensé: “¿Qué consejo o consejos motivacionales podría yo posiblemente deducir de mi pesar desafortunado para otorgar a mis compañeros?” Bien, pues aquí está: cuando se te presente una oportunidad, ¡hazte un favor y tómala!
Eminem no estaba mintiendo, chicos, solo tienes un tiro.
Este diciembre pasado, como estudiante de último año de la Universidad, estaba tratando de descubrir qué hacer en el siguiente capítulo de mi vida, así que apliqué para unas pasantías en Esquire, solo porque soy ambicioso, un poco idealista y fan del pensamiento: “¿y por qué no?”
Para mi sorpresa, me respondieron casi inmediatamente. Me entrevistaron, luego recolecté algunas historias y me pasé toda la noche investigando y haciendo una historia propia como prueba. A ellos finalmente les gustó mi trabajo y aparentemente, a mí también y me ofrecieron las pasantías.
Solo había un problema siempre hay un problema, ¿verdad?: todo estaba pasando muy rápido. Ellos querían que me fuera a Nueva York al principio de año y empezara a trabajar inmediatamente.
Seguro estarán diciendo: “¿Problema? ¿Cuál es el problema?”, y si es eso lo que están pensando, suenan igual que cada uno de mis amigos. Sin embargo, fue muy rápido y no necesariamente había anticipado obtener la pasantía.
Hubiera tenido que posponer graduarme durante un semestre o más, encontrar a alguien para subarrendar mi apartamento en solo un par de semanas, renegar de mi trabajo como redactor en jefe del periódico estudiantil que también proporcionó una beca completa y averiguar cómo iba a llegar hasta la Gran Manzana.
Todas las decisiones parecían insuperables, mientras que el tiempo era todavía corto. Como probablemente adivinaron, terminé no yendo. Intenté posicionarme para una pasantía durante el verano; incluso fui a las oficinas de la revista en un viaje a Nueva York, pero no fue de gran ayuda.
El momento, la oportunidad y la vida que pudo haber sido, habían pasado. Quizá suene muy dramático, pero ahora lo deseo mucho más que incluso cuando inicialmente la revista me ofreció el trabajo. Iría a la Universidad tres semestres más si pudiera obtener la oportunidad nuevamente, lo digo en serio.
Me siento en casa, todos los días, aplicando a casi cualquier publicación que esté contratando, estoy seguro algo encontraré eventualmente. Y estoy seguro lo disfrutaré, avanzo y continúo con mi vida, pero no será en Esquire; no será esa oportunidad.
Nunca sabré qué pudo haber sido. Así que hazme un favor y no cometas mi error, si Esquire –o sin importar cuál sea tu personal “Esquire” –te ofrece una pasantía, ¡tómala! Haz que funcione, deja todas tus cosas, empaca tus maletas y ve por ello.
Eres joven y te puedes permitir tomar riesgos. Créeme que cuando no estés teniendo la mejor suerte en la cacería de trabajos, no quieres encontrarte preguntando: “¿qué hubiera pasado si…?”
Así que simplemente toma el riesgo, toma el trabajo, múdate a esa ciudad, sumérgete en la aventura y besa a la chica, debido a que, bueno, simplemente nunca sabrás con certeza qué pasará.
Crédito de la imagen: Théo Gosselin