Machismo en la medicina: en España no hay datos fiables de cuántas mujeres sufren vaginismo

El vacío de información refleja un problema más amplio de machismo en la medicina

Hablar de vaginismo es hablar de una afección sexual femenina que, aunque afecta a muchas mujeres, sigue siendo un tema tabú y poco investigado. Como han demostrado estudios y testimonios de muchas mujeres, en la medicina todavía hay un fuerte sesgo de género que hace que las enfermedades que afectan a las mujeres sean menos investigadas. En el caso del vaginismo, por ejemplo, la situación llega a tal punto que no existen datos fiables en España sobre cuántas mujeres padecen esta condición.

El vaginismo se caracteriza por contracciones involuntarias de los músculos del suelo pélvico durante el coito que pueden hacer que las relaciones sexuales sean dolorosas o incluso imposibles. A pesar del impacto en la calidad de vida de muchas mujeres, la investigación sobre esta disfunción es escasa y las estadísticas son dispares a nivel mundial. Como señalaba un reciente reportaje de El País sobre este tema, un estudio en Dinamarca encontró que el 0,8% de casi 25.000 mujeres encuestadas había experimentado vaginismo en el último año. Sin embargo, una encuesta en Ghana halló que más del 68% de las 400 mujeres participantes se aquejaban de esta condición.

El impacto de la invisibilización

Estos datos tan distintos muestran cómo la información que hay sobre el vaginismo puede variar drásticamente según el contexto cultural y la metodología utilizada. En España, la ausencia total de encuestas nacionales sobre el tema es un síntoma claro del desinterés hacia la salud sexual femenina.

El machismo estructural en la medicina es una barrera que impide que muchas de nosotras recibamos el diagnóstico o el tratamiento adecuados para el vaginismo. A la falta de investigación que invisibiliza a quienes lo sufren, está el hecho de que las mujeres tenemos cargas culturales que nos impiden hablar más abiertamente sobre este tema.

Otro estudio de la Universidad de Sídney Occidental (Australia) que cita también El País, y que contaba con más de 1.000 participantes, reveló que las mujeres tienen dificultades para buscar y recibir ayuda, incluso a través del sistema de atención sanitaria.

Al mismo periódico explica Laura López, especialista en Obstetricia y Ginecología en el Instituto Gómez Roig (Barcelona), que: “Es difícil estimar su prevalencia exacta debido a la tendencia a ocultar este problema. Las causas del vaginismo son complejas y multifactoriales, pudiendo involucrar tanto aspectos físicos como psicológicos”.

Estos sesgos afectan la posibilidad de que se encuentren soluciones médicas para tratarlo. En el libro ‘Mujeres invisibles para la medicina’, la médica e investigadora Carme Valls Llobet hace un recorrido por los impactos que ha tenido la falta de perspectiva de género y el machismo en la investigación en salud. Por ejemplo, se pregunta: ¿Por qué cuando un hombre acude con dolor torácico a urgencias se le somete inmediatamente a un electrocardiograma y cuando es una mujer quien presenta idénticos síntomas se le da un ansiolítico? Con el vaginismo nos encontramos ante un caso similar de sesgos que empeoran la condición de vida de las mujeres que lo sufren.