La mayoría de las personas que mantienen una buena relación con sus ex parejas, a pesar de haber terminado incluso de muy malas maneras, se vanaglorian de su nueva situación y presumen de ella diciendo que así se sienten más cómodos. “¿Cómo voy a dejar de hablar con María, si he compartido con ella cuatro años maravillosos?”, “Entre Carlos y yo siempre habrá buen rollo porque, ante todo, nos queremos como amigos”. ¡Mal!, ¡error!, ¡mentira! O eso parece. Un estudio de la Universidad de Oakland Estados Unidos asegura que aquellos que siguen teniendo un trato estrecho y amable con sus ex puede esconden rasgos de… psicópata.
Pero tranquilidad, que psicópata es mucho decir. El estudio se llama 'Mantener la amistad con un ex: el sexo y los rasgos oscuros de la personalidad predicen las motivaciones para tener una amistad después de la relación', que ya empieza fuerte, y lo que dice es que esta decisión nos retrata como personas un tanto narcisistas, maquiavélicas y manipuladoras. ¿Por qué? Porque normalmente lo que queremos es sacar rédito de esa sintonía con nuestros ex, a los que consideramos personas de confianza.
Los directores del estudio, Justin Mogilski y Lisa Welling, aseguran que este factor de ‘apego’ posterior a una ruptura revela cierta inestabilidad emocional. Eso justifica los rasgos narcisistas. Además, explican que otro de los réditos que esperamos obtener, o a los que al menos no queremos cerrar la puerta, tienen forma de elementos tangibles como el dinero. De ahí los rasgos maquiavélicos y manipuladores.
“La investigación sugiere que este tipo de amistades se deben a similares motivos en ambos sexos, ya que pueden proporcionar la oportunidad a los dos miembros de la pareja de cambiar recursos deseables”, comentan los responsables de este análisis.
Para llegar a estas conclusiones se solicitó a 861 personas que rellenasen una encuesta en la que se les planteaban ciertos interrogantes. La inmensa mayoría de ellos, con cierta predominancia entre los varones, aseguraron mantener una buena amistad post-relación con sus ex parejas buscando compañía, préstamos económicos o incluso sexo ocasional.
Así que, toca jornada de reflexión. Habrá que preguntarse ahora si nosotros, que nos creemos súper modernos por tomarnos de vez en cuando un café con aquel o aquella que fue nuestra pareja durante un tiempo, no estemos, aunque sea inconscientemente, esperando sacar provecho de una manera u otra. Porque si es así, lo mismo tenemos un lado oculto que ni siquiera nosotros sabemos que existe.