En la oficina siempre se oye el típico grito al aire: "¡Carlos!". Silencio. "¡Laura!". Silencio. "Ah, sí, que lleva los auriculares". Hablarles es como romper un hechizo porque esas persona están a su rollo, escribiendo o analizando algo, sacando tablas, editando un vídeo... están totalmente metidxs en sus cosas y sabes que si les hablas les vas a sacar de onda, pero tienes que hacerlo. Escuchar música en el trabajo no es una pataleta de adolescente. Hemos crecido con los auriculares pegados a las orejas y eso nos hace conectar con nosotros mismos. Y ahora un estudio nos da la razón: la gente que trabaja escuchando música se concentra un 15% más que el resto.
El estudio, que se realizó con unos 2.000 encuestados en Reino Unido, demostró que la mitad de los trabajadores, por suerte, se pasan el día enchufados a sus auriculares. La prueba consistía en transcribir un texto de 600 palabras y ver cuánto tardaban. Cuando lo hicieron en silencio, la media fue de 20 minutos y 59 segundos. Pero después, con música, el cronómetro bajó un 15%, según explica se realizó con unos 2.000 encuestados. "La música tiene un impacto muy poderoso en el cerebro. Afecta el estado de ánimo, el rendimiento mental y el rendimiento físico", explica a The Sun la psicóloga Becky Spelman da una explicación a este fenómeno: «La música tiene un impacto muy poderoso en el cerebro. Afecta el estado de ánimo, el rendimiento mental y el rendimiento físico.
En realidad, lo más interesante es que una oficina normalmente no está en silencio del todo, sino que el ruido ambiental, los móviles, las conversaciones de los compañeros y todo lo demás nos distraen y mucho. Por esto, cuando estamos a nuestro rollo con la música entramos como en un trance que nos permite conectar mejor con lo que estamos haciendo.
Menos solos, más contentos
El poder relajante de la música es asombroso, explica la experta, y es tan efectiva porque estimula el cerebro y no nos impide aburrirnos con lo que estamos haciendo. Si estás haciendo un curro mecánico, cantar un poquito por dentro y seguir una canción o si estás leyendo o escribiendo, seguir una melodía puede ayudarte a entrar en el "mood". También por eso nos gusta escuchar música mientras corremos o mientras hacemos ejercicio. Es porque nos hace sentir acompañados y enfocar la atención en el sufrimiento.
Hay otros estudios que, sin embargo, matizan esta idea. Y tiene sentido, como explica Business Insider. Puede ser que tu productividad haciendo algo mecánico aumente cuando escuchas música, pero no es tan así cuando tienes que hacer un trabajo intelectual. Para ello, el neurólogo Daniel Levitin autor del libro This is your brain on music, recomienda escuchar música durante 10 minutos antes de empezar a trabajar y rodearte de un entorno tranquilo donde no tengas distracciones. Sí, escuchar música que te gusta te pone de buen humor y te relaja, hace que el cerebro segregue dopamina, que te da una sensación plácida. Todo eso ayuda a que te centres en lo que estás haciendo, pero a la hora de exprimir tu cerebro, mejor que estéis solos cara a cara.