Cuando eres joven te crees que lo sabes todo, que tus padres te odian y que te vas a comer el mundo. Al hacerte mayor te das cuenta de que lo que eras es idiota. En ese momento de la adolescencia avanzada en el que todo se vive tan intensamente, estaría bien poder verte a ti mismo una década después para decirte unas cuantas verdades y que dejes de hacer el panoli.
Arriesga
Estás en un momento único en tu vida: eres mayor para empezar a tomar algunas decisiones pero muy joven como para hacer algo que no tenga solución. Ahora puedes arriesgar, porque a medida que pasan los años los errores se pagan más caros. En todos los ámbitos de la vida tienes todas la puertas abiertas, así que juégatela a cruzar la que más te apetezca, no volverás a verte jamás en una situación como esta. Lo peor que puede pasar si te equivocas es que pierdas el tiempo, pero seguirás siendo jodidamente joven y podrás volver a empezar. Cuando crezcas te darás cuenta de que de lo que más te arrepientes es de lo que no has hecho.
Se tu mismo
No hagas las cosas para encajar aquí o allá. Lo bueno del mundo es que siempre podrás encontrar un sitio en el que sentirte bien. Cada uno es como es, así que no te comportes de una manera distinta solo para parecer más 'guay' o que no te llamen 'pringado'. Al fin y al cabo, pertenezcas al grupo que pertenezcas, cuando entramos a la vida adulta todos empezamos de cero. Simplemente disfruta siendo tú mismo.
Aprovecha tu talento
No tienes responsabilidades, tienes mucho tiempo y seguro que hay algo que se te da especialmente bien. Puede ser duro y darte palo, pero trabaja en ello, no cometas el error de pensar que podrás hacerlo más adelante. Cuando quieras darte cuenta estarás trabajando, tendrás pareja y el poco tiempo libre que te quedará lo querrás dedicar a relajarte y disfrutar, no a esforzarte en algo para lo que en el fondo sientes que ya ha pasado tu tren.
Tus padres tienen razón
En el 99 por ciento de las cosas que dicen, al menos. Hazles caso, porque todas las broncas y los consejos solo son por tu bien. Al fin y al cabo, tú no sabes una mierda de la vida y ellos aunque solo sea por experiencia alguna idea tendrán. Además las madres tienen un sexto sentido para detectar problemas incluso cuando el resto del mundo ni se los imagina, así que cuando te dice que no le gustan tus compañías no es porque te quiera joder, es porque sabe que te acabarán haciendo daño.
No pienses que tus relaciones son las definitivas
Ya sean de amistad o amorosas. Probablemente ahora estés con una emoción que no te cabe en el pecho y pienses que estas serán las personas que te rodearán el resto de tus días. Está bien que lo vivas intensamente, pero acepta que tu círculo social va a cambiar mucho en los próximos años y que por diversas causas perderás el contacto con la mayoría de personas que ahora consideras indispensables. Si no lo aceptas, tu vida se convertirá en un drama continuo en unos años, pero lo bueno es que siempre aparece gente nueva para llenar los vacíos.
Hazte adulto, pero no te olvides que un día fuiste un niño
En estos momentos lo único que quieres es ser adulto para hacer todas las cosas molonas que hacen los adultos. Te vas a llevar una decepción, la vida no es como en las películas y a veces puede llegar a aburrirte bastante. Por eso no tengas prisa e intenta no olvidar al niño que fuiste, ese al que todo le divertía y le llenaba de curiosidad, y que creía que todo era posible.