¿Puede el dinero dar la felicidad? La eterna pregunta tiene respuesta según un estudio, y una que nadie se esperaba. Sí. Tener mucha pasta puede ser el secreto de la felicidad, pero como cualquier deseo que se le pide a un hada madrina, tiene un PERO.
¿Cómo puede el dinero dar la felicidad?
No te lo puedes gastar en cosas, sino en experiencias de vida; cursos, viajes, libros, excursiones, comidas, deportes, y todo lo que en general, te vaya a aportar vivencias nuevas.
Investigadores de la Universidad Estatal de San Francisco han publicado este estudio, en la Revista de Psicología Positiva, donde encuestaron a varios participantes antes y después de haber comprado algo. Antes de hacer la compra, los participantes dijeron que eran conscientes de que una experiencia de vida les traería más felicidad, pero que económicamente, tendría más sentido comprar el elemento material.
Pero los investigadores encontraron que sus opiniones cambiaban después de hacer la compra. Los participantes dijeron que tras la adquisición no sólo creían que su felicidad hubiera sido mayor invirtiendo en una experiencia de vida, sino que la experiencia de vida tenía también un mayor valor que el elemento material.

En otro experimento, se pidió a algunos participantes que dieran prioridad a distintas posibles adquisiciones según la felicidad que estas les aportasen, mientras que a otros se les pidió lo mismo en base al valor de los productos. Los primeros encuestados fueron propensos a priorizar sobre las experiencias de vida, mientras que a quienes se les que pidió que priorizasen por valor, fueron más propensos a elegir elementos materiales.
Según los investigadores del estudio, estos resultados sugieren que generalmente la mayoría de la gente sabe que las experiencias de vida les harán más felices, pero se extienden en la consideración, porque están tratando de equilibrar la felicidad y las preocupaciones monetarias. Sin embargo, casi siempre optan por gastarse el dinero en artículos materiales, porque consideran que son de mayor valor.
Tal vez el verdadero problema es que se nos olvida relativizar. La muerte es tabú, así que la mayoría de la gente, aparta este concepto de sus vidas, y trata de creer que de algún modo será eterna. Es solo un método de defensa hacia el abismo desconocido que nos espera al final del viaje, pero también es un arma de doble filo, con la que a veces olvidamos vivir al máximo nuestro día a día. Acumular riquezas no nos hará sentirnos más llenos, ni dirá nada mejor de nosotros cuando ya no estemos.
Tira las joyas. Ser rico de espíritu es lo que te dará la felicidad, y si tienes dinero para ayudar a enriquecer tu espíritu, pues eso que te llevas.
Crédito de la imagen: Marisa Chafetz