Pobre Generación Z. Los miembros más antiguos de esta cohorte apenas cuentan los 18 años y ya están recibiendo una mala reputación. Los medios de comunicación y empresas de investigación de mercado les han marcado como Adictos a la Pantalla con la capacidad de atención de un mosquito. Y un poquíto de presión: sólo se espera de ellos que salven al mundo de los errores del pasado.
¿Es realmente así la Generación Z?
Si bien la investigación generacional es un intrincado proceso, está repleto de ideas preconcebidas, prejuicios y estereotipos. La Generación Z merece un trato más justo, y el resto del mundo necesita argumentos matizados.
Según una investigación realizada por la firma Altitude, la generación Z no tiene un problema de atención, sino el llamado "filtro de 8 segundos". Esta generación ha crecido en un mundo donde sus opciones son ilimitadas, pero su tiempo no lo es. Como tal, este segmento se ha adaptado a la clasificación rápida a través de la evaluación de enormes cantidades de información, para reconocer solamente aquello que realmente valga la pena su atención más allá de los 8 segundos. Pero una vez ahí, pueden alcanzar altos niveles de profundidad y concentración.
Tampoco son Adictos a la Pantalla, son responsables de marca a tiempo completo. Los medios de comunicación han pintado a la Generación Z como un grupo de ineptos ciudadanos de las redes sociales. La realidad es que en el plano personal, buscan la validación y aceptación inmediata a través de medios de comunicación social, ya que es donde todos sus compañeros se encuentran y donde muchas de las conversaciones importantes suceden. Pero a nivel profesional, la Generación Z es completamente consciente de los estereotipos negativos que han afectado a la generación de los mileniales, y como resultado, quieren ser reconocidos por su capacidad para trabajar duro y perseverar online.
De hecho los informes recientes han señalado a la Generación Z como "la generación empresarial" y han destacado su deseo de abandonar la rutina corporativa para sus propios objetivos. Así que mientras la generación Millennial fue criticada por su falta de concentración, la Generación Z parece estar decidida a planificar el futuro, pues están obsesionados con el desarrollo de planes de contingencia para ayudar a navegar por el dinámico mercado de trabajo.
Ni tanto, ni tan calvo
La sociedad tiende a idealizar o criticar las cosas que se hacen de manera diferente. La juventud supone siempre una oleada de incomprensión, de críticas, y a veces de fatalismo, por parte de las generaciones anteriores. Todo va a peor, en mis tiempos teníamos más respeto, las cosas se hacían de forma distinta, ¿qué futuro nos espera?
La realidad de la Generación Z, al igual que la de cualquier otra, es que solo intentan adecuarse al mundo que les hemos dejado, el que les toca vivir. Y es que la supervivencia se basa en la capacidad de adaptación al entorno. Algo en lo que el ser humano ha sido siempre un auténtico crack. Estamos aquí porque somos capaces de adaptarnos a los nuevos tiempos, a aprender de ellos, y a crecer en ellos. Trasformamos el medio a nuestro antojo, moldeamos el mundo como si de una bola de plastilina se tratase, y así salimos adelante. Bienvenidos a la generación Z.
Crédito de la imagen: Rebekah Campbell