Chocolate Remix, orgullo lésbico cantado a ritmo de reggaetón

Hablamos con Chocolate Remix sobre como combate los tabúes que hay en torno al sexo lésbico, la discriminación al colectivo LGTBI y la desigualdad de la mujer. 

Romina Bernardo, conocida como Choco o Chocolate, no reconocía la forma en la que se abordaba el sexo lésbico en la sociedad argentina alrededor del 2013. Aunque no es más que la forma de materializar la conexión entre dos mujeres, ni siquiera en los espacios feministas lograba escapar del tabú y los clichés. Un día dijo basta dándole la vuelta al reggaetón. Al encarnar la misma imagen de súper macho que protagonizan sus cantantes y al jugar con su potencial sexual, llevó al sexo del que nadie hablaba con propiedad hasta un territorio que tenía como constantes a lo natural y a "lo guarro". O, lo que es lo mismo, lo real. “Y de allí surgió sexo lésbico reggaetón lésbico”, recuerda Choco.

Mujer, lesbiana y sin tapujos

Desde aquel momento, pasó los días regalando versos en los que hablaba explícitamente de prácticas sexuales, de lo qué atraía a las mujeres lesbianas y de situaciones seductoras para otorgarles la visibilidad que nunca habían tenido. Los comienzos no fueron fáciles. En un momento en el que gran parte de la población de su país vinculaba cualquier aspecto sexual femenino a la cosificación de las mujeres, solo una “minoría total” entendía que lo que ella hacía, en realidad, trataba justamente de lo contrario. De reivindicar que las mujeres también pueden hablar del sexo que quieran y de la forma que sea. Con libertad.

“A nadie le molestan las guarradas que dicen los hombres con el reggeaton. Pero lo hace una mujer y encima es lesbiana, ya es otra cosa. Allí había y hay otro tema a denunciar: el varón puede hablar de cualquier cosa y las mujeres no”, dice. Cuatro años después, la Argentina de hoy se parece poco a la que vio nacer a Chocolate Remix. Después de mucho debate y de que más mujeres y colectivos, que nunca se habían atrevido a reivindicar lo que siempre tendría que haber sido "normal", la aceptación respecto a las mujeres lesbianas es mucho mayor. Y no hay duda de que Choco ha sido parte de ello. “Antes no entendían a Chocolate Remix. Pero ahora que estamos en el auge del empoderamiento de la mujer a todo el mundo le gusta”, señala.

Ni una menos

Uno de los puntos clave que han llevado a las mujeres del país a poder hablar más de sus verdades fue un movimiento feminista de 2015 que, bajo la consigna Ni una menos, desencadenó protestas contra los feminicidios en 80 ciudades. En aquel momento, y además de en la calle, la denuncia de Choco se produjo a través de una canción también llamada Ni una menos que recogía versos como: “todas las que mataste hoy son mi musa”, “complicidad se llama este juego. Dejemos ya de hacernos los ciegos” o “si baila reggeaton ni una menos, si te dejó por otro ni una menos, si vuelve tarde a casa ni una menos”. De hecho, la brutal honestidad de aquellas premisas tuvieron una repercusión rotunda en aquel momento.

Además de denunciar en su país natal los desafueros que las mujeres nunca tuvieron que sufrir y ensalzar al sexo lésbico sin tapujos, Choco también ha recordado que el fantasma de la discriminación y la violencia sigue atentando contra el colectivo LGTBI. La canción Bien Bow, que es el remake de una popular canción de los noventa muy homófoba llamada Dem Ellos Bow Arqueados, “todo lo que no era straight”, es una prueba de ello. Mientras su autor, el cantante de dancehall, Shabba Ranks, animaba a la gente a no ser gay lanzando al aire agravios como: “levanta la mano si no eres bow”. Algo a lo que ella le otorgó un significado positivo a base de versos como: “alza la mano si eres bien bow”. Toda una forma de manifestar que no hay nada malo en tener una forma distinta de amar.

Desde Argentina para el resto del mudo

En la misma línea surgió Quiero ser legal, la canción que escribió tras el surgimiento de la ley rusa contra la propaganda homosexual y que no persigue más objetivo que recordar que hay países en los que ser LGTBI es una condena que se sufre entre cárceles y penas de muerte. A pesar de que tanto en lugares como Argentina y España la homosexualidad esté aparentemente aceptada, aún queda mucho camino por recorrer. Años de trabajo para que, por fin, lleguemos a un horizonte en el que no exista lo ‘normal’ ni lo ‘diferente’.

Porque, como dice Choco "no es lo mismo ser gay, bi o trans que ser hetero porque cuando nacemos nos dan a todos por heteros hasta que no decimos lo contrario. Hasta que no decimos que a lo largo del camino nos hemos dado cuenta de que nos gusta otra cosa. Así que empezamos viviendo con una desigualdad abismal". Y eso no cambiará hasta que besos entre chicas y entre chicos irrumpan con total normalidad en nuestras cenas de Navidad, en los libros de texto y hasta en las iglesias. En todos aquellos lugares cuya presencia siempre fue impensable.