Apolonia Lapiedra: 'No hace falta un pecho grande y un culo enorme para ser actriz porno'

Apolonia Lapiedra está a un paso de codearse con las pornstars de Los Ángeles donde en unos meses rodará sus primeras escenas con el director nr 1 de EEUU

Solo hay una mujer en este mundo que pueda decir que Nacho Vidal se corrió dos veces rodando una escena con ella: Apolonia Lapiedra. Con su cara de no haber roto un plato, una sonrisa de las que ilumina un funeral y sus apenas 45 kilos de peso, esta chica de Hellín, Albacete, está a un paso de codearse con las pornstars de Los Ángeles donde en unos meses rodará sus primeras escenas con uno de los pesos pesados de la industria del porno en Estados Unidos. Un salto enorme para alguien que hace tan solo tres años ni siquiera sabía Apolonia Lapiedra. En su momento más dulce y con motivo de su 26 cumpleaños, Samantha Sánchez —su verdadero nombre— desnuda su alma para responder a nuestras preguntas. 

Código Nuevo: Desde tu debut en el porno en 2015 has pasado de ser una chica random de un pueblo de Albacete a ser la actriz porno española más buscada en PornHub, ¿cómo se asimila eso?

Apolonia: Todo ha sido muy intenso, muy rápido. He tenido que adaptarme a un nivel de fama que para nada me esperaba como actriz porno. Pensaba que no me iba a pasar eso de que me parasen por la calle y cosas por el estilo, pero ahora sí me paran para hacerme fotos o gritan mi nombre. El otro día unos alumnos de instituto me reconocieron y se pusieron a sacarse selfies conmigo... ¡Tuvo que salir hasta el profesor para que volviesen a clase! Jaja. Fue supercurioso y me dejó muy impactada, no pensaba que tenía seguidores tan jóvenes.

CN: ¿Existen los haters de Apolonia Lapiedra? 

A: Los comentarios negativos siempre han llegado de las redes sociales. Ya sabes, algún mensaje de las típicas personas que te dicen tonterías. Pero nada importante, ni a lo que le conceda mayor importancia.

CN: Se te ve muy segura de ti misma pero, ¿puede permitirse ser tímida una actriz porno?

Al principio era muy tímida, no sabía ni decir ‘hola, soy Apolonia’ y ahora hago todo lo que venga. Hace poco comencé a hacer squirt y no es que lo haga una vez, es que lo hago varias en una escena. No puedo parar, jaja. 

CN: En una entrevista con Primera Línea dijiste que tu primer orgasmo fue en una escena porno… ¿cómo se pasa de la anorgasmia a tener tres squirts en una misma escena?

Era antisexual, a mí el sexo no me gustaba y tenía a los chicos a ‘pan y agua’. Nada, ni siquiera siendo novios. El problema era que no me gustaba hacerlo porque me dolía al tener relaciones sexuales. De hecho, cuando empecé en el porno también me dolía y tuve que anular escenas. Pero, poco a poco, 'eso' se fue haciendo más grande y me fui soltando y dejándome llevar.

CN: Supongo que haberte criado en un pueblo tampoco te ayudó mucho para empoderarte sexualmente…

Imagínate vivir en un pueblo de Albacete. La mentalidad siempre es muchísimo más cerrada y la educación que te dan desde pequeñita, pues también. Allí no se hablaba de la menstruación ni nada que pudiera interesarle a una chica joven. Incluso en los grupos de amigos todavía está muy mal visto que puedas tener relaciones solo porque te apetece. Todo esto hace que tu sexualidad quede en un segundo plano y seas incapaz de dejarte llevar. Entonces, cuando llega el momento de tener relaciones sexuales, el chico disfruta y tú no.

 

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CN: No es una pregunta trampa: ¿Tú disfrutas en tu trabajo?

¿Adivina…? Jaja. Sí. Y, aunque parezca sorprenderte, el porno me ha enseñado a relajarme, dejarme llevar y disfrutar del sexo sin sentirme culpable. Ahora sé mejor lo que me gusta a mí y lo que le puede gustar al chico, así disfrutamos mucho más los dos.

CN: El día que te estrenaste en el porno lo hiciste con lo más difícil: un anal. 

La primera sensación del anal es como cagar para adentro. Se lo decía a las chicas, lo típico que me lo preguntaban, y les insistía: ‘es como cagar para adentro, sí’. Luego, poco a poco, cuando el músculo va cediendo te acostumbras y te va gustando más. La última escena anal que hice fue hace dos años porque me encantó, lo di todo y tuve una fisura. Desde entonces no he vuelto a hacerlo, pero en ello estoy. Se está curando, jaja. Me gustaba mucho el anal así que fue una putadilla.

CN: ¿Quién pone los límites en el porno?

Cada actor y cada actriz pone sus límites. Hay actrices que solo ruedan lésbicos, que no hacen anal o que no dan besos. Depende de la persona y de lo que le gusta hacer.

CN: Entonces, ¿por qué hay tanta gente que sigue viéndolo como el ‘lado oscuro’?

No lo sé, lo que sí te digo es que gracias a las redes sociales, las actrices y actores podemos contar cómo es realmente la industria del porno que antes era una verdadera desconocida. Se pensaba que era un horror, pero era el desconocimiento. Todo esto ha quedado atrás desde el momento que la gente puede seguir nuestras vidas a través de nuestras redes.

CN: Tú decidiste no operarte los pechos y mostrarte lo más natural posible, ¿piensas que esa decisión te ha ayudado o te ha perjudicado en tu carrera?

Cuando empecé en el porno pensaba: ‘¿donde voy yo?’. No soy una chica explosiva, ni rubia, ni curvy a tope pero al final he gustado al público tal y como soy. Recuerdo que hace algún tiempo vino un fan a verme a un evento y su amiga me comentó ‘gracias a ti no me siento tan acomplejada de mi pecho’. Me dio mucha alegría porque tenía un pecho pequeño como el mío. No hace falta tener un pecho grande y un culo enorme para poder ser actriz porno, no tiene nada que ver. 

 

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CN: ¿Siempre tuviste tanta confianza en tu cuerpo?

La seguridad que tengo en mi cuerpo me la gané con mi trabajo. Antes no veía nunca porno, solo lo hice cuando me interesé en la industria. Es entonces cuando, por fin, me di cuenta que habían chicas trabajando como yo. Una vez fui trabajando y cogiendo confianza, los propios fans me decían ‘no te operes’. Me debo a ellos, si no quieren que me opere, no me opero.

CN: ¿Consideras que España es un país retrógrado?

Sí, España es un país retrógrado. Creo que parte de culpa la tienen las religiones, al menos muchas de ellas, en las que el sexo es tabú, se reserva al matrimonio, solo se hace con tu pareja, etc. Entonces claro, si la religión ya te prohibe eso… cualquiera hace algo, ¿no? Pues no, no es así y no tiene por qué ser así.

CN: Mirando las estadísticas de PornHub resulta que la mayor parte de tus fans vienen de América Latina, en concreto de México donde dentro de poco serás portada para la edición nacional de Playboy, ¿no es un poco hipócrita que países tan católicos sean tan fans de Apolonia Lapiedra?

Aunque en América Latina sean tan religiosos en el fondo supongo que son de sangre caliente. Llevan ese tigre dentro que quiere salir. Jajaja.

CN: Otro que también la está petando literalmente en México es Jordi ‘El Niño Polla’. Precisamente, durante tu reciente entrevista con él en su canal de Youtube dijiste que no solamente había ‘niños poller’ sino ‘niñas poller’… ¿Estás pensando en hacerte youtuber?

Yo opto por las niñas ‘coñer’, como leí en un comentario por ahí. Pero sí, la verdad es que estaría guay poder darles consejitos a las chicas sobre nuestras partes. Además, te sorprendería la cantidad de chicas que me siguen y me tiran los trastos. Quizás me animo, pero quién sabe. Podría ser, pero es un secreto. Ya tengo una idea pero si lo digo no sería sorpresa, jaja.

CN: ¿Te consideras una mujer feminista?

Sí, soy feminista pero con matices. Es decir, soy feminista pero no soy radical. Si somos iguales para todo que sea para todo, el problema es que algunas mujeres se están pasando un poco en algunos sentidos y eso tampoco es. Ante todo creo en el respeto mutuo.

CN: Igual es un giro muy dramático en la entrevista, pero hace tiempo, creo que en Interviú, dijiste que te inspirabas en el personaje ‘La Juani’. ¿Sigues haciéndolo?

Me identifico con ‘La Juani’ porque era una chica de pueblo que salía a conocer el mundo. Mi tía me decía que era igual que ella, que tenía maneras de pueblo, que me dan ramalazos… y bueno, tenía razón.

CN: Oye, ¿y lo de volver al pueblo? ¿como llevan tu fama por allí?

Sinceramente he ido del tren a casa de mis tíos y de ahí al tren. Ya te aseguro yo que mucho no me han visto. La relación con la familia es buena pero todavía por la calle no se me ha visto. Iré algún día pero de momento no. Me da un poco de cosa, no sé. Son amigos de toda la vida, me han visto crecer y no sé cómo van a reaccionar. Tengo esa curiosidad, pero yo creo que bien. Quien te quiere siempre se va a alegrar por todo lo que te pase bueno.

CN: Dicen que nadie es profeta en su tierra, pero supongo que tú ya estarás pensando en rodar en Los Ángeles. ¿Estás nerviosa?

No estoy nerviosa, lo que tengo es curiosidad. Creo que ya es hora. Llevo mucho tiempo pensándolo pero nunca me decido porque creo que todo tiene su tiempo de espera y este el el momento. Creo que todo lo que pasa es por algo y lo que no, también, por eso ahora es el momento de ir a Los Ángeles a por todas, a darlo todo.

CN: Jordi ‘El Niño Polla’ nos dijo que lo que más le impresionó de Estados Unidos es que allí tratan a las actrices porno como auténticas estrellas de cine y que su trabajo está valoradísimo. ¿Igualito que en España, no?

Ufff, sí, queda mucho por hacer en España. En Los Ángeles una actriz porno que recibe un premio es mucho más importante para el público general que alguien que reciba un Goya aquí. Como nuestro trabajo por detrás de las cámaras no llega al gran público es difícil que se normalice tanto como en los Estados Unidos. Al fin y al cabo es un trabajo más y si no se habla con naturalidad el tabú va a permanecer ahí.

CN: Para acabar estaría bien que respondieses a la pregunta más importante para los mileniales: ¿trap sí o no?

Sí, me gusta el trap y hasta participé en un videoclip de Pimp Flaco. Pero escucho todo tipo de música. Me gusta todo lo que tenga ritmo.