En estos sociables tiempos de Facebook y las relaciones 2.0 el término amigo se usa muy a la ligera. Demasiado. Pero un amigo auténtico es aquel que si le llamas y le dices que necesitas que vaya a verte, va sin preguntar por qué, aunque esté en medio de [cada uno que inserte su fantasía]. ¿Cuántos de tus amigos harían eso por ti? Apuesto a que en la mayoría de los casos se pueden contar con los dedos de una mano.
Ya dicen que los amigos son la familia que cada uno elige, y nos marcan más de lo que creemos. No en vano van a ser personas con las que pasaremos mucho tiempo, que estarán con nosotros tanto los mejores como los peores momentos, los confidentes a los que les contaremos todo lo que no nos atrevemos a contar a los demás, los que nos aconsejarán con más o menos acierto, pero siempre con buenas intenciones en cualquier aspecto de nuestra vida.

Tantas experiencias distintas juntos harán que con el paso de los años te vayas convirtiendo un poco en ellos. Puede parecer algo obvio, pero no se le presta demasiada atención a cómo nuestra manera de afrontar la vida se ve influenciada por las personas que nos rodean: familia, amigos y compañeros de estudios o trabajo tienen responsabilidad directa en tu manera de ser y, por tanto, de tu éxito o fracaso en la vida. Pero de estos tres grupos, con los que seguramente pases más tiempo interactuando sea con tus amigos.
Además la comunicación con ellos cuenta con la ventaja de que se suele dar en un ambiente relajado, no estás en guardia como lo puedes estar con tus padres o tus colegas del trabajo, y por tanto eres mucho más receptivo a cualquier cosa que digan o hagan. Y los amigos de verdad no se andan con tonterías ni rodeos, cuando creen que te tienen que decir algo, te lo dicen aunque sepan que no te va a gustar. Tanto de manera directa consejos u opiniones como indirecta su propia manera de actuar son una fuente constante de información y estímulos para ti.
Piensa en los amigos con los que pases más tiempo, y te darás cuenta de que cada uno de ellos te ha aportado algo. Eres en gran parte la fusión de todos ellos. Si estás rodeado de gente ambiciosa, probablemente tú tendrás más ganas de mejorar a nivel personal y laboral de las que tendrías si pasas tiempo con personas conformistas. Es tan simple como que nuestra mente funciona por la imitación del comportamiento de aquellos con los que pasamos más tiempo, y si se trata de gente a la que admiramos -como suele ser el caso de los amigos- el efecto es todavía más evidente.

Alguna vez habrás escuchado aquello de que todo se pega menos la guapura. No se trata solo de que tus amigos te hayan influenciado en gustos, gestos o manera de hablar, sino que modifican tu perspectiva del mundo, tus prioridades, tu forma de actuar ante distintas situaciones... Puede que tengas un amigo con el que te lo pasas en grande, que sea súper simpático, pero si su filosofía de vida principal es el "no hagas hoy lo que puedas hacer mañana", es probable que te acabe contagiando y a la larga frenándote.
Y ojo, que esto no quiere decir que debas juntarte solo con gente ambiciosa, inteligente y altruista; lo que debes hacer es de decidir bien cuánto tiempo vas a pasar con cada una de ellas, sin perder de vista que van a ser una influencia para ti y tu futuro. Por eso es tan importante que elijas bien a tus amigos, que no solo van a ser unas personas con las que te vas a echar unas risas o te den unas palmadas cuando lo necesites, van a ser las que definan en gran parte lo que eres. Y sí, puede que te jodan o les jodas tú a ellos un trío o lo que sea que os vaya, pero vale la pena.
Crédito de la imagen: RJ Shaughnessy